A partir del lunes próximo, si planifica ir al banco, recuerde que no podrá llevar puestos gorra, sombrero, algún tipo de capucha o gafas de sol, especialmente aquellas cuyos tintes sean oscuros.

También debe tener presente que no podrá utilizar su teléfono celular cuando le esté atendiendo un funcionario de la institución.

Tales restricciones constituyen una iniciativa de la Asociación de Bancos, la Policía de Puerto Rico y el Departamento de Justicia, que cuenta con el apoyo del Negociado Federal de Investigaciones (FBI).

“No a las gorras. No a las capuchas. No a las gafas de sol. También habrá limitación al uso de teléfonos cuando la persona esté siendo atendida por un funcionario del banco. Los teléfonos son aparatos con tecnología avanzada y los están utilizando los enemigos de lo ajeno. Sabemos que los ladrones se comunican con gente que tienen afuera y que coordinan entonces cómo perpetrar el robo”, dijo el vicepresidente de la Asociación de Bancos, Arturo Carrión.

Éste agregó que los robos no sólo ocurren en el interior de la institución financiera, sino también fuera. Esto puede suceder cuando maleantes velan a algún cliente que retiró una gran cantidad de dinero.

Se informó que este tipo de normativas ya existe en jurisdicciones como Florida, Illinois, Wisconsin, Ohio y Michigan. En Puerto Rico se implementará en aproximadamente 500 sucursales de los principales ocho bancos en el país.

A preguntas de la prensa, de si algunos pudieran considerar esta medida discriminatoria, Carrión dijo que “de la manera en que funcionará será que las personas llegarán al banco y se les orientará sobre las gorras y capuchas”.

Aclaró que “esto no se le impondrá al consumidor. Si la situación es que el cliente no accede, se le dará una atención especializada. Esto no es algo discriminatorio, se trata de reducir las oportunidades a los malhechores”, sostuvo.

Carrión agregó que la razón detrás del denominado Programa sobre Vestimenta y Uso de Equipos Electrónicos se fundamenta en la dificultad que enfrentaban las autoridades para identificar a los maleantes que robaban en sucursales.

Usualmente, en las imágenes captadas por las cámaras de seguridad de los bancos, justo en el momento de robo, y que son divulgadas por la Policía, se observan individuos con gorras anchas, gafas oscuras o capuchas.

Aun así, el superintendente de la Policía, José Figueroa Sancha, informó que en el 2010 se registraron 39 robos a instituciones bancarias, una merma de 10 casos en comparación con los ocurridos en el 2009. En lo que va de 2011 se han reportado dos robos de este tipo.

“Todos estos casos han sido esclarecidos y hemos logrado 99 por ciento de convicción”, dijo Figueroa Sancha, acompañado del subdirector del FBI en Puerto Rico y jefe de la División Criminal, Carlos Cases, quien confirmó que laboran junto con la División de Robos de la Uniformada.

Aunque en muchos de esos casos los pillos también estaban tapados, se logró atraparlos por análisis avanzado de las imágenes, así como por la información vertida por testigos y levantamiento de huellas dactilares.

Se vislumbra reducción en crímenes

El director de Protección de Activos del Banco Popular, Héctor Torres, aseguró que la implementación de esta iniciativa ha reducido en un 70 por ciento la actividad delictiva en bancos durante los primeros 90 días de haber entrado en vigor.

“Esto no se trata de ahuyentar a nuestros clientes; al contrario, se trata de salvaguardarlos; se trata también de la cortesía hacia ellos”, dijo, por su parte, el encargado de seguridad del Banco Santander, Julio Mangual.

Carrión mencionó que ya en los bancos existen los man traps, esas puertas en las que el cliente permanece atrapado por cuestión de segundos antes de entrar al banco. “Nosotros tenemos muchas formas de seguridad y esta nueva se une a las ya existentes”, dijo.

Estas prohibiciones en cuanto a la indumentaria, ¿no pudieran desatar otro tipo de robo, más abierto, menos sigiloso, tipo película, que ponga en riesgo a clientes y que provoque la toma de rehenes?

Esos robos han bajado. Nosotros estamos incrementando la seguridad. Cuando no pasa nada, la seguridad es mucha, concluyó Carrión.

 

FUENTE: www.primerahora.com