Reparar fallas graves de Cámaras de seguridad tarda hasta 2 meses

Desde Seguridad dicen que es por falta de presupuesto. En febrero se agotaron los repuestos comprados el año pasado. Hay 3 servidores de conectividad: CTC, Patagonia Green y Arlink, pero sólo se abocan a los daños menores.

Ya sea por vandalismo, por algún accidente de tránsito o el desgaste propio del uso, si alguna de las 825 cámaras de seguridad que funcionan en la provincia sufre una rotura de importancia deberá esperar entre 30 y 60 días para ser reparada. Es que, según confirmaron desde el Ministerio de Seguridad en febrero de este año se agotó el stock de repuestos comprado en 2014 para estas cámaras y por la falta de presupuesto no cuentan con el dinero suficiente para responder a la demanda.

“Hay cámaras que tienen 5 años de funcionamiento, que ya no están en garantía, y otras tantas que se están incorporado al sistema, varias de las cuales demandan también repuestos. Por otro lado nos encontramos con que el presupuesto para reparación, que habíamos calculado en $960.000 anual, no se aprobó en la Legislatura, por lo que tuvimos que apelar al stock de repuestos que había y se agotó entre enero y febrero. Eso explica la tardanza que tenemos en el centro de reparación”, precisó Ángel Pitton, director de Informática del Ministerio de Seguridad.

Desde esa cartera detallaron que en el actual sistema de videovigilancia las cámaras y los puntos de captura –postes y protecciones, por ejemplo– son propiedad del Ministerio de Seguridad, al igual que los centros de visualización y de reparación, mientras que el servicio de conectividad y parte del mantenimiento está tercerizado.

“En el Gran Mendoza el servidor es Arlink, en la zona Sur de la provincia es CTC y en la zona Este (por el momento sólo en Junín, Rivadavia y San Martín), el proveedor es Patagonia Green. Si una cámara tiene una rotura menor o está sucia, por ejemplo, la empresa que provee el servicio la arregla en el lugar, pero si el daño es de importancia se la retira e ingresa al centro de reparación del ministerio. Si hay repuestos, en 48 horas se restituye, pero ahora en esta situación esa reparación puede tardar uno o dos meses”, confió Pitton.

De acuerdo con las estadísticas de la cartera que dirige Leonardo Comperatore, aproximadamente el 3% de las cámaras de seguridad son víctimas del vandalismo, pero a ellas se suma un porcentaje fluctuante de aquellas que son afectadas por accidentes de tránsito en donde alguno de los vehículos termina estrellándose contra el poste que sostiene el aparato, y las que dejan de funcionar por cortes del suministro eléctrico o la desinstalación por alguna obra vial.

“Donde más roturas hay es en el Corredor del Oeste, en el Acceso Norte y también en el Sur”, puntualizó el director de Informática. Todas esas cámaras de seguridad que hoy no funcionan significan cerca del 20% del total, cifra que podría reducirse de contarse con los repuestos necesarios.

A las cámaras de seguridad del Gran Mendoza se sumará una tanda de 560 que financió el BID, distribuidas según el nivel delictual del departamento.