Comerciantes del rubro aseguran que se mantiene la demanda de cámaras de vigilancia, porteros eléctricos con visor y sistemas de alarmas monitoreadas para comercios y viviendas particulares.

El negocio de la seguridad mantiene una carpeta de clientes estables, pero el mercado se renueva y ofrece productos nuevos, o los mismos que antes pero más sofisticados. Comerciantes entrerriano destacan que las ventas se mantienen y que los precios son accesibles, y hay para todos los bolsillos.

 

Las cámaras de seguridad, una especie de Gran Hermano pero de la puerta de la casa para afuera, son relativamente accesibles y fáciles de instalar. El kit trae la cámara y un pequeño monitor, más el cable que conecta a ambos, por unos 400 pesos. También se pueden conseguir con monitores de 10 pulgadas y mejor resolución a alrededor de 800 pesos. Existen dispositivos inalámbricos, con una central con antena conectada a un televisor. Las cámaras traen luces infrarrojas de baja, mediana y alta potencia para poder registrar lo que sucede, aún en la oscuridad.

 

Para aquellos más exigentes viene un dispositivo de vigilancia y seguridad de uso amplio, que combina la tecnología inalámbrica de internet Wi-Fi y la cámara. Y además trae un control remoto para girar horizontal y verticalmente la lente, lo cual permite ampliar los ángulos de visión. Como si fuera poco, el sistema también permite filmar y fotografiar imágenes que quedarán almacenadas en la memoria.

 

La irrupción de Internet en los sistemas de seguridad domésticos permite el control de lo que sucede en el lugar donde la cámara está enfocando desde una computadora en un lugar remoto. En este sentido, hay empresarios que llegan a utilizar estos aparatos para vigilar lo que sucede en su oficina o lugar de trabajo, no sólo desde una PC sino también desde un celular.

 

De todos modos, estos aparatos más avanzados todavía no son furor en Entre Ríos: un comerciante confió que en la demanda “la relación es 20 a 1” respecto de sistemas más clásicos y sencillos, como puede ser un portero eléctrico con visor.

 

Estos también vienen para diferentes gustos. Los hay con pantallas en blanco y negro o a color, LCD y hasta táctiles. Las cámaras ubicadas en el timbre resisten al agua y altas temperaturas. Sin dudas que hoy son el sistema preferido para los hogares, ya que muchos dudan más de una vez en abrir la puerta a la hora de atender a algún visitante, y se quieren asegurar de quién se trata.

 

Ahora los porteros eléctricos también vienen con una tarjeta de memoria que permite fotografiar y guardar a aquellos que se considere sospechosos. “Los últimos 100 que tocaron el timbre quedan grabados”, explicó un vendedor. Estos aparatos se pueden conseguir a un promedio de 500 pesos en el mercado local.

 

Con las alarmas ocurre algo similar, aunque es un rubro donde la tecnología no ha avanzado tanto como en el anterior, pero las consultas existen.

 

“La gente consulta por un sensor magnético o uno de movimiento y nada más”, comenta una vendedora, y agrega: “Por ahí te piden las que vienen para activar o desactivar con control remoto, algo que nosotros no aconsejamos porque si se pierde no viene para reponer, por eso vendemos sólo con teclado”.

 

El dueño de uno de los negocios consultados comentó a UNO que la demanda de estos productos es sostenida, aunque varía de acuerdo al dinero en los bolsillos de la gente. Es decir, cuando los ingresos son menores primero se invierte en remedios y para comer, y se posterga el gasto en seguridad o tecnología, graficó.

 

Desde una empresa local que brinda servicios de seguridad dijeron que ha aumentado la consulta de particulares sobre la instalación de alarmas monitoreadas, pero la demanda sigue siendo la misma desde hace un tiempo, al igual que con el personal de vigilancia para los comercios. Este tipo de alarmas lo instala la misma empresa y el sistema queda conectado a su central. Cuando se activa, quien esté controlando llama por teléfono al propietario para verificar si se trata de un robo o si sonó por accidente, y de confirmarse lo primero se comunican con la Policía.

 

También explicaron que los sistemas de cámaras de control que instalan son más requeridos por empresas y casi nada por familias, y sus precios varían de acuerdo al lugar y la cantidad de dispositivos que se necesiten.

 

Aunque estando lejos de las dramáticas historias delictivas que suceden en las grandes urbes del país, en Paraná muchas familias prefieren prevenir al adquirir estos productos. Mientas que otros se ilusionan con tener todo bajo control: “Una solución versátil para tener vigilada su casa. Vigila su hogar, sus hijos, su lugar de trabajo, todo aquello que le interese”, exclama la publicidad de una novedosa cámara. La foto de una feliz familia tipo con caras sonrientes completa el anuncio.

 

 

Una cámara, una prueba
Un caso policial reciente fue resuelto, entre otros elementos, gracias al aporte fundamental que dio la grabación de una cámara de seguridad particular. Fue el doble homicidio de los policías Zárate y Muñoz de Diamante, asesinados a sangre fría hace un año.

 

El hombre que gatilló salió corriendo por la calle Eva Perón de la Ciudad blanca y pasó por la vereda de una farmacia, donde una cámara logró captarlo. En la imagen se pudo notar que al sujeto le faltaban varios dientes. Con esta prueba se descartó al joven detenido inicialmente por error, y luego, junto a testimonios clave, se logró detener al Chueco Rubén Ricardo Ferreyra, conocido como El rosarino, días después procesado por el crimen.

 

FUENTE: www.unoentrerios.com.ar