Los ladrones, más conocidos como "pericotes", están en estos tiempos en su salsa. No hay policía, sereno y mucho menos cámaras de videovigilancia que detenga su malsana costumbre de apoderarse de lo ajeno. Y no sólo eso. Si antes robaban a punta de chaveta, en el peor de los casos, ahora recurren a la pistola de última generación. Si antes aprovechaban la noche para perpetrar sus latrocinios, hoy lo hacen a plena luz del día. Si en esas épocas pretéritas eran descubiertos por la víctima, escapaban como alma en pena. Eso ya pasó de moda. El delincuente ya no es el mismo. El de estos días es un salvaje, opta por meterle unos cuantos balazos a quien se interponga en su camino y sanseacabó.

En realidad estos miserables han tomado actualmente la costumbre de robar en cualquier instante. Es decir roban como si estuvieran trabajando a destajo. Todo momento es útil y eso que, en el caso de Lima, los hombres encargados de preservar el orden están dotados de modernos vehículos, cuentan con redes interconectadas, teléfonos portatiles y se supone que están entrenados  para cualquier emergencia. La situación es peor en las ciudades provincianas, en donde los ciudadanos que van por las calles, antes de salir de sus domicilios, muy a la antigua, tienen el hábito de hacer la señal de la cruz, rogando que los rateros no se lleven el televisor, la cocina a gas y hasta los pocos centavos que, también a la antigua, suelen esconder debajo del colchón.

¿Quién le pone el cascabel al gato? Parece que nadie. Por el Ministerio del Interior han pasado políticos, especialistas en seguridad, generales de la misma policía y del ejército y hasta una educadora y una doctora en medicina. Los resultados no han sido buenos. La delincuencia continúa avanzando a toda prisa. Hasta hace poco estuvo un ciudadano huanca, quien ha tenido un desempeño, digamos aceptable, en cuanto a la construcción de hospitales e implementación de los servicios del Seguro Social, pero en esta lucha contra la criminalidad no pudoe sonreir de satisfacción, ni buscar la foto al lado del Presidente de la República, como lo hacía cada vez que se trataba de colocar una primera piedra o de inaugurar una obra con el dinero de los asegurados.

El Consejo Nacional de Seguridad Ciudadana que, aunque parezca increíble, existe bajo la secretaría técnica de un general en retiro, nos informa que ni la más moderna cámara puede frenar el incremento de hasta el ciento por ciento en las denuncias por hurto a viviendas en distritos como Barranco, Breña, Chorrillos, La Molina, La Victoria, Miraflores, el Cercao de Lima y el Callao. Y no sólo eso. El mencionado Consejo Nacional advierte que la acción delictiva aumenta y que viene lo peor en estas próximas semanas con motivo de las fiestas de Navidad y Año Nuevo.

Ésta es nuestra triste realidad, en cuanto a robos. Ya pasó la época cuando "Guta" y "Tatán" hacían de las suyas. Ni de Angélica Pedraza "La Rayo" escapaba con el robo a cuestas con una velocidad increíble. No, ahora son bandas organizadas, donde para nuestro pesar, figuran inclusive policías dados de baja. Los asaltantes ingresan a los domicilios hasta con camiones de mudanza, claro, previamente informados de que no hay nadie en casa.     ¿Quiénes se encargan de dar el dato? No hay respuesta.  Y por eso mismo, llama la atención que en un viejo diario se recomiende que "si va a dejar su vivienda sola, pídale a sus vecinos que la vigilen...". Quien ha escrito tal ingenuidad, no tiene calle y quizá ignora que ahora hay que cuidarse hasta de los encargados de cuidarnos.

 

FUENTE: www.cronicaviva.com.pe