La Agencia Española de Protección de Datos (AEPD) recibió en 2010 más de 4.300 reclamaciones por supuestas vulneraciones de la legislación en esta materia, según ha señalado este organismo con motivo de la celebración este viernes del Día de la Protección de Datos la agencia.

Para la AEPD, los españoles cada vez están más concienciados acerca del valor de su información personal. De hecho, de acuerdo al Barómetro del CIS de septiembre de 2009, el 73,9 por ciento de los ciudadanos se muestra preocupado por la protección de su privacidad, y el 52,6 por ciento conoce la existencia de la AEPD.

El Día de la Protección de Datos es una jornada impulsada por la Comisión Europea, el Consejo de Europa y las autoridades de protección de datos de los Estados miembros de la Unión Europea, con el objetivo de impulsar entre los ciudadanos el conocimiento de sus derechos y responsabilidades sobre protección de datos.

Con motivo de esta celebración, la AEPD publicará mañana una guía con información y consejos prácticos sobre el derecho Fundamental a la Protección de Datos para los ciudadanos, que explica de forma simplificada cómo actuar cuando se solicitan sus datos personales y a defender sus derechos, pero también a aprender a usar de forma responsable los datos de otras personas.

La polémica ha vuelto a saltar en Torremolinos. Esta vez por el coste de la vigilancia de una estatua situada en el centro del municipio. El PSOE local denunció ayer que la vigilancia de la estatua El rapto de Europa supuso en el año 2009 un coste de 73.160 euros para las arcas del Ayuntamiento. Según indicó el candidato socialista, José Ortiz, esta cantidad se traduce en un coste de 6.000 euros al mes, lo que calificó como un gasto "excesivo" si se tiene la actual situación económica. 

"Consideramos que se trata de un coste excesivo para un fin más allá que una simple vigilancia de un monumento, ya que casualmente está ubicada frente a la vivienda del alcalde", explicó Ortiz. Asimismo, desde el PSOE se afirmó que para realizar esta labor se contrató a una empresa de seguridad a través de la empresa municipal Samset.

Por otro lado, los socialistas indicaron que hace unos años desde el Ayuntamiento se intentaron instalar cámaras de videovigilancia en la zona donde se encuentra este monumento, aunque detallaron que el PSOE denunció esa colocación ya que carecía "de control y de sometimiento a la legalidad". 

De hecho, apostillaron que la Agencia de Protección de Datos dictó una resolución en contra de esta cámaras en 2008, por lo que Ortiz indicó que el regidor, Pedro Fernández Montes (PP), se sirvió de Samset "para mantener vigilada la estatua y de paso su casa".

 

FUENTE: www.malagahoy.es

La provincia de Cádiz se sitúa la tercera en cuanto denuncias recibidas por infracciones a la ley de protección de dato (LOPD), según la última memoria anual (de 2009), de la Agencia Española de Protección de Datos, ya que registró un 13% de las 504 de toda la región.

Este informe fue dado a conocer ayer en Cádiz, en un curso sobre la implantación de la ley, organizado por el Colegio de Abogados de Cádiz, la Asociación de Abogados Especialistas en Nuevas Tecnologías de Andalucía y la Asociación Andaluza de Comercio Electrónico.

Por delante de la provincia gaditana en denuncias se sitúan Sevilla (con 26,39% de ellas) y Málaga (19,64%). El resto se reparte entre Granada (13,69%), Almería y Jaén cada una (7,37%), Córdoba (7,14 %), y Huelva (4,56%). A nivel regional, Andalucía tiene el 12,37% de las denuncias nacionales.

Los principales motivos de reclamación estuvieron relacionados con el uso de las redes sociales en internet, con la videovigilancia y con la inclusión indebida de datos en listas de morosos.

Si hacemos un análisis de noticias recientes nos encontramos con titulares como el Facebook de Sarkozy pirateado, filtraciones masivas de información confidencial -Wikileaks-, datos bancarios desvelados en Internet, historias clínicas en la basura o accesibles a cualquier internauta, robos de datos a usuarios de iPad, cesiones que vulneran la privacidad o imágenes captadas sin consentimiento. Todo ello son ya noticias habituales acompañadas de denuncias e investigaciones judiciales. Tenemos la sensación de que el respeto a la privacidad se tambalea.

Los gigantes de Internet y las autoridades de protección de datos chocan en los tribunales. Unos hablan de censura, otros esgrimen el derecho a la protección de datos y a la privacidad, a que te dejen en paz y al olvido. Pero no se trata de derechos absolutos, sino de buscar un equilibrio entre la libertad de expresión, la privacidad, la seguridad y la transparencia, acorde con la doctrina establecida por el Tribunal Europeo de Derechos Humanos sobre los derechos fundamentales.

Lo cierto es que vivimos en la 'era de la conectividad', en la que todos deseamos una identidad digital. Esto ya no es una moda pasajera. Supone un auténtico cambio de paradigma en el que interesa 'aumentar' nuestros contactos, unas veces para el ocio, otras para el negocio. Aparece así un nuevo mundo de trabajo en red -networking- que te da presencia y credibilidad para encontrar trabajo, para potenciar una marca, para encontrar clientes, para gestionar con eficiencia un servicio público. Hasta el punto de que hoy el verdadero riesgo puede ser no estar en la Red.

La Red es una ventana abierta al mundo que te hace visible las veinticuatro horas del día, durante todos los días del año. Ahora bien, se trata de estar con garantías; de estar cuando se quiere estar, como se quiere estar y donde se quiere estar. Un auténtico reto en materia de protección de datos personales, si tenemos en cuenta que la evolución tecnológica y la globalización posibilitan unos métodos sofisticados de recogida masiva de datos, que pueden implicar la pérdida del control de la información por los propios usuarios.

La publicidad busca clientes, y lo hace con todas las herramientas a su alcance para aumentar su impacto y rentabilidad. Los consumidores están dispuestos a recibir publicidad en sus navegadores, sus móviles o sus vídeos y música preferidos a cambio de no tener que pagar. Pero las autoridades de protección de datos y comercio de Europa y Estados Unidos creen que los navegadores y las redes sociales han traspasado las líneas rojas de la privacidad, como denunció Artemi Rallo, director de la Agencia de Protección de Datos (AEPD) en el Congreso hace menos de dos meses.

Surgen dos nuevos derechos para proteger a los ciudadanos frente al gran hermano digital: la minimización de datos y el derecho al olvido. El primero devuelve a los ciudadanos el control sobre su huella digital y su explotación comercial. El segundo afirma el derecho a cambiar, a vivir sin quedar atado a datos o informaciones archivadas en internet que pueden perjudicar la privacidad o la reputación de una persona sin reparar en su resolución. Por ejemplo, esas penas de telediario petrificadas en los buscadores y sufridas por acusados de delitos más tarde absueltos. Los reguladores investigan y pleitean con Google, Facebook, Microsoft y otros para defender la privacidad en tiempos de máxima transparencia y donde la reputación 'online' marca una vida.

La directiva europea de protección de datos obliga a las empresas de internet a conseguir el «consentimiento informado» de los usuarios antes de instalar 'cookies' y otros dispositivos de recopilación de información para limitar la publicidad por comportamiento y qué saben de nosotros los buscadores, las redes sociales o la publicidad digital. Google, Mozilla y Microsoft anuncian sistemas 'opt-out' y 'do not track' después de las exigencias de las autoridades de comunicaciones y comercio norteamericanas.

Avanza la protección y crecen las limitaciones para la publicidad digital. La tensión entre gratuidad y privacidad aumenta. La elección es del consumidor.

FUENTE: www.eldiariomontanes.es