Obras en casas de Sant Josep Obrer de Reus para protegerse de las cámaras

Los trabajos buscan dificultar la visibilidad de las cinco cámaras de seguridad que se instalarán en el barrio este verano

La picaresca y el instinto de supervivencia de aquellos delincuentes que se dedican a la actividad ilícita del tráfico de drogas en el barrio Sant Josep Obrer ha hecho su aparición nada más conocerse que este verano se instalarán cinco cámaras de seguridad en cinco calles de la parte vieja del barrio. Según ha podido saber el Diari, de diferentes fuentes, hace días que algunos vecinos están realizando obras en sus casas, con el objetivo de dificultar la visibilidad desde el exterior, para de esta manera impedir que las cámaras que habrá en la vía pública puedan captar alguna imagen que les comprometa.

Algunos vecinos, que por motivos de seguridad prefieren mantener su nombre en el anonimato, aseguran que «desde siempre, en algunas de estas casas donde se trafica con droga, se han hecho ‘apaños’ para asegurar su negocio, como puertas reforzadas para, en caso de una entrada policial por sorpresa, les dé tiempo de deshacerse de la droga». Pero también les consta que «se está levantando alguna que otra pared para impedir que desde el exterior, por ejemplo, pueda verse la luz artificial que les hace falta para las plantaciones de marihuana».

El Diari publicaba en su edición del pasado 22 de abril que el Ayuntamiento de Reus había aprobado el día antes el pliego de cláusulas para licitar el proyecto de instalación de cámaras de videovigilancia en el barrio Sant Josep Obrer, un proyecto pionero en la ciudad. Éste incluye la instalación de cinco cámaras de seguridad fijas en la calle Mare de Déu de Puigcerver para controlar los cinco pasajes que se encuentran en la zona de Mas Abelló y que llevan el nombre de vírgenes. Estos son los pasajes de la Mare de Déu de las Angustias, de la Paloma, de Guadalupe, de la Cabeza y del Saliente.

Las cámaras funcionarán las 24 horas del día, los 365 días del año y serán responsabilidad de la Guàrdia Urbana de Reus. De hecho, toda la zona videovigilada estará señalizada debidamente y conectada a través de un sistema informático con la comisaría de la policía local.

La presencia de cámaras de seguridad se pone en marcha en el barrio Sant Josep Obrer con el objetivo de erradicar la reiterada delincuencia que sufre una de las zonas más conflictivas de la ciudad, donde la policía ha realizado en los últimos años numerosas operaciones relacionadas con la posesión y el tráfico de drogas o tenencia de armas.

Sin ir más lejos, este pasado jueves tuvo lugar un gran operativo policial que sirvió para desarticular una banda familiar dedicada al tráfico de drogas, una noticia que ha sido recibida de manera positiva por el presidente de la Associació de Veïns Primer de Maig, Eduardo Navas, quien asegura que «esta una noticia muy positiva, porque todo lo que sea quitar de la circulación a estos parásitos que se dedican a vivir de las miserias de los demás es muy bueno».

Sobre la instalación de las cámaras de videovigilancia este próximo verano....LEER NOTICIA COMPLETA.