14 500 taxis operan sin cámaras de seguridad

El taxi es nuevo y desde hace dos semanas comenzó a operar en una cooperativa asignada legalmente a una zona del centro de Quito. Pero la unidad no tiene las dos cámaras de seguridad ni los tres botones de auxilio que la Agencia Nacional de Tránsito (ANT) exige desde fines del 2012 al transporte público.

Otros dos autos de esa cooperativa tampoco cuentan con ese sistema que debería estar conectado al ECU 911. En total, 10 de sus 38 socios no están equipados con esas seguridad. ¿Qué ocurrió? Cuando un taxista vende su auto, las mecánicas autorizadas por la ANT tienen la orden de retirarlos y ahora los conductores dicen que no las han vuelto a instalar.
Algo similar ocurre en otra cooperativa de la Villa Flora, en el sur de la capital. Seis de 60 carros tampoco están conectados con el centro de monitoreo. Y en la Quito Sur son 10 de 51.
La ANT y la Unión de Cooperativas de taxis de Pichincha reconocen que sí hay socios que trabajan así. Datos de la Agencia de Tránsito señalan que aún falta por instalar cámaras y botones en 14 500 taxis que operan a escala nacional, pues 38 000 ya tienen (ver cuadro).
Según un cronograma establecido por la ANT, ese trabajo debía comenzar el 1 de abril y así asegurar a  las unidades de ocho provincias que todavía no están cubiertas y a los que se quedaron sin los aparatos por el cambio de vehículos.
La directora ejecutiva de la Agencia, Lorena Bravo, dice que hasta el momento no se ha firmado el convenio con la empresa que instala los equipos y las tareas podrían comenzar en cuatro meses. “En los casos de renovación y en los que se confirmaron que los equipos estaban bien debían instalar en las unidades nuevas de los mismos usuarios. Algunos no lo han hecho, porque no han tenido la oportunidad, pero hemos tenido reuniones con representantes del taxismo para en una segunda fase reinstalarlos”.
¿Para qué sirven?
En los archivos digitales de la ANT aparecen mensajes como este: “El principal objetivo (de las cámaras) es disminuir los índices delincuenciales”.
El 16 de abril, el Min. del Interior difundió un video de dos minutos y allí se dice que estos dispositivos son una garantía para evitar el secuestro exprés.
El mensaje se colgó en las redes sociales luego de que a finales de marzo dos ataques en taxis desataran una reacción en Quito. Horas después de conocer esos hechos, la Policía capturó a ocho personas y retuvo cinco autos amarillos.
Solo uno de esos tenía el logo de Transporte Seguro, que identifica a las unidades equipadas con cámaras y botones. No obstante, Bravo dice que “los resultados han sido positivos”. Según sus cifras, se han registrado más de 5 000 alertas atendidas y más de 800 detenidos. “Además, la ciudadanía actualmente busca el taxi que tiene las cámaras porque sabe que tiene mayor seguridad”.
El sábado por la mañana, Edgar Gallo y su novia se subieron a un carro sin los sellos de Transporte Seguro. ¿Por qué lo hicieron? La respuesta fue que “es más barata la carrera”. Gloria Bustamante, en cambio, tomó  precauciones y  verificó que el taxi tenga los dispositivos. “Ahora se escuchan  tantos asaltos que hacen en taxis que prefiero pagar un poco más, pero en uno seguro”. El mismo temor tiene Roberto P., quien hace dos meses fue víctima de secuestro exprés.

Los daños reportados
Los taxistas también tienen problemas por las fallas técnicas que han presentado los equipos. Entre el 2012 y el mes pasado, de los 38 000 aparatos instalados en el país, en 379 se registraron averías. Bravo dice que las principales causas de los daños son humedad, mala manipulación de los conductores y un “pequeño porcentaje” llegó con fallas de fábrica que fueron cubiertos por la garantía.
Los conductores que reporten problemas pueden acudir a los 31 talleres autorizados por la ANT. Uno de esos está en las Naciones Unidas y Japón (norte). El martes, Marcos Mulla llegó al lugar, pues le notificaron que el ECU 911 no registraba señales del equipo.
Pero luego de 15 minutos de chequeo, el técnico dijo que no había inconvenientes. Dos días después, otro auto llegó al lugar, pues no se encendía el aparato. Luego de media hora, el mecánico dijo que se trataba de una falla de fábrica y envió el equipo a la ANT, en Guayaquil.
Bravo afirma que “todos los kits están asegurados y lo que se ha hecho es cambiar los equipos que han sido necesarios”. Jorge Coronel, técnico del lugar, indica que hay vehículos que vienen con el sistema dañado en su totalidad. “En esos casos el taller informa el problema a la ANT y tienen que esperar que los repuestos vengan de Guayaquil”.
Para evitar daños, en los taxis que faltan serán colocados sobre un soporte de metal que evite la proliferación de líquidos en caso de lluvias o inundaciones. Tiene cinco años de garantía.

Fuente: elcomercio