botox
Fue una novela policíaca al estilo del Jackson: costosos medicamentos desaparecieron porque no había reglamento alguno que estableciera que debían ser encerrados bajo llave. Había cámaras de seguridad vigilando, pero resultaron completamente inútles porque no pudieron filmar el delito.

 

Los artículos perdidos fueron 50 ámpulas de Botox por un valor de $18,414, y el caso tiene indignados a algunos miembros de la junta directiva.

"Es un punto sin mucha importancia, pero parece ser un síntoma de otras cosas'', dijo Robin Reiter-Faragalli, quien fuera designada recientemente a la junta directiva del Fideicomiso de Salud Pública (PHT).

El Botox es apenas un ejemplo de los problemas del Jackson Health System con los controles financieros. En una reunión del comité de auditoría celebrada el martes, se dijo además a los miembros del PHT que la facturación tenía un error que alcanzaba el 30 por ciento en una categoría importante. Y esto sucede además de un reportaje aparecido la semana pasada en The Miami Herald sobre el hecho de que el Jackson no tenía idea sobre los costos e ingresos de ninguna línea de negocios en particular.

El problema del Botox, que no fuera revelado a la junta hasta el martes, comenzó el 12 de mayo, cuando una técnica firmó un recibo por la entrega de las ámpulas al Departamento de Farmacia.

Dos días después, una gerente de la farmacia dijo que no encontraba el Botox. Los empleados buscaron por todas partes: cero Botox.

La sustancia, que se utiliza para eliminar las arrugas, entre otras cosas, tiene una gran demanda en el mercado negro, donde es inyectada a menudo por personas que no tienen licencias médicas.

La técnica que firmó por las ámpulas dijo a los investigadores que ``el medicamento fue dejado en un carrito en la farmacia mientras ella hacía entregas a otras áreas'', según el informe de la auditoría interna. ``A su regreso, ella no vio el carrito ni la caja que contenía el Botox''.

La auditoría interna descubrió que el departamento de farmacia carecía de reglamento alguno en cuanto a seguir el rastro de medicamentos de alto precio que no fueran sustancias controladas. La gerencia estuvo de acuerdo en que las ámpulas debían haber sido guardadas bajo llave inmediatamente.

El tesorero del PHT Marcos Lapciuc quedó estupefacto al recibir la noticia. ``?Ningún tipo de reglamento durante los últimos 90 años?'', dijo, citando la edad del Jackson Memorial, y lo calificó de ``inconcebible''. El dijo que su propia empresa de exportación, así como cualquier otro negocio bien llevado, tenía controles de inventario estrictos.

Marlane Berg, directora de auditoría interna del Jackson, dijo que después de eso se había establecido un reglamento al respecto.

El departamento de farmacia tiene varias cámaras de seguridad. A los miembros del PHT se les dijo que la cámara principal no estaba trabajando, y no fue hasta octubre --seis meses después-- que fue reparada.

Luego, un ejecutivo de seguridad dijo que algunas de las cámaras de Farmacia estaban trabajando. El problema es que eran cámaras viejas en blanco y negro y no tenían adosado ningún dispositivo de grabación, por lo cual solamente son de utilidad si alguien está mirando por casualidad el monitor en el momento que tiene lugar un delito.

El departamento de seguridad recomendó que el departamento de farmacia consiguiera la cifra de $20,000 a $25,000 para reemplazar las cámaras, pero no se había hecho.

Angel Medina, presidente del comité de auditoría, dijo que no le gustaban esas demoras. ``Nosotros esperamos que alguien se ocupe de esto''.

Reiter pidió que se hiciera un sondeo de cuántas cámaras de seguridad del Jackson no estaban funcionando, y cuántas no podían grabar.

Otro tema de la auditoría, presentado al comité por la directora de cumplimiento Diana Salinas, fue que el Jackson estaba teniendo graves problemas para facturar apropiadamente a los pacientes que pasaban un día en el hospital.

Una encuesta hecha a 20 pacientes de este tipo en el Jackson South concluyó que el hospital había cobrado de más $23,973 al Medicare y el Medicaid por esos pacientes porque casi el 30 por ciento de las facturas eran incorrectas.

Salinas dijo que estos índices eran "extremadamente graves'' y podrían resultar en enormes devoluciones del Jackson a los seguros del gobierno.

Esta medida podría resultar en una pérdida potencial de $11 millones para el Jackson.



FUENTE: www.elnuevoherald.com