KABUL. El presidente afgano, Hamid Karzai, ofreció una pequeña concesión en la aplicación de una restricción a las firmas de seguridad privadas, que tensionó las relaciones con Washington, aunque algunos grupos humanitarios dijeron que la medida no los afectará demasiado.

Karzai enfatizó su compromiso con un decreto que desbarata las compañías de seguridad privada, pero el miércoles anunció que la fecha original dispuesta en diciembre podría extenderse por otros dos meses.

Estados Unidos expresó el temor de que los trabajadores asistenciales en Afganistán ya estén empezando a sufrir problemas de seguridad por la decisión. Algunas compañías de desarrollo financiadas por Washington dijeron que comenzaron a dar marcha atrás en algunos de sus proyectos.

El sábado, la secretaria de Estado Hillary Clinton llamó a Karzai para recomendarle que aplique un plan conjunto que reemplace a las firmas gradualmente en vez de una prohibición, ya que eso podría amenazar los millones de dólares invertidos en asistencia humanitaria.

La Agencia Coordinadora de la Ayuda para Afganistán (ACBAR, por su sigla en inglés), una agrupación en la que confluyen organizaciones no gubernamentales (ONG), indicó que la medida no afectará su trabajo debido a que sus miembros operan en su mayoría sin protección armada.

"Hay una gran distinción entre las ONG y las compañías de desarrollo que dependen de las compañías privadas que brindan seguridad", dijo a Reuters dijo el director de ACBAR, Laurent Saillard.

"La ayuda suministrada por las ONG no va a sufrir por esta prohibición, pero sí va a ser afectada la asistencia ofrecida por estas compañías de desarrollo", explicó.

Las compañías de desarrollo, que son organizaciones con fines de lucro, casi siempre emplean guardias de seguridad armados, a menudo suministrados por contratistas.

Las firmas de seguridad se han convertido en una fuente de fricción porque algunas han estado involucradas en tiroteos de alto perfil y otros incidentes.

ACBAR dijo que en Afganistán hay alrededor de 2.000 ONG afganas y 360 extranjeras, de las cuales sólo seis usan compañías de seguridad privadas, principalmente para suministrar guardias no armados en oficinas y hogares.

Karzai emitió un decreto en agosto prohibiendo todos los contratistas de seguridad privada en el país, con excepción de aquellos que protegen las embajadas, instalaciones militares, residencias diplomáticas y el transporte de personal diplomático, tensionando las relaciones con Washington.

Un comunicado emitido por el despacho de Karzai el miércoles informó que se había formado un comité que preparará un cronograma para desactivar las compañías, que se dará a conocer el 15 de noviembre.

Las firmas luego tendrán un mínimo de 90 días para finalizar sus operaciones, dijo el escrito.

El nuevo cronograma reconoce "la importancia de mantener la continuidad de proyectos críticos de desarrollo y programas financiados por la comunidad internacional", agregó.

 

FUENTE: noticias.terra.com