MÉXICO. Cuando los aficionados a La Pandilla viajan hacia territorio guerrero, no se preocupan por el daño que les puedan causar jugadores como La Pantera Benítez o el cafetero Quintero. Les preocupa lo que les pueda ocurrir en la carretera y en la ciudad, donde se respira un ambiente hostil por tratarse de enemigos naturales, fuera y dentro de la cancha.

El duelo de esta noche se jugará a las 20:00 horas. Cuando la afición salga del encuentro, muchos de los espectadores tomarán la carretera Torreón-Saltillo, una de las vías más peligrosas de la entidad.

Es común escuchar reportes de asaltos a mano armada en dicha zona y en horario nocturno. La TV local ya fue sorprendida en la carretera, cuando acudía al juego entre Santos y Pachuca. Les quitaron herramientas de trabajo, pertenencias personales y la camioneta en la que viajaban.

Otro que ya sufrió un asalto es el hermano de José María ChemaCárdenas, a quien le quitaron un BMW, aunque el asaltante chocó unos kilómetros adelante.

La afición regia ya pidió apoyo por parte de las autoridades de Coahuila para que la caravana de 10 camiones que ya viajan a Torreón, tenga protección desde la carretera, antes y después del juego.

La respuesta ya se dio por parte de Alberto Canedo, vicepresidente ejecutivo del Santos, quien después de tener una reunión con las dependencias de la Seguridad Municipal, Estatal y Privada ratificó que para este partido el operativo contará con apoyo de mil 90 elementos: 500 de la Dirección de Seguridad Pública Municipal, 450 de Seguridad Privada, 90 de la Policía Estatal, 30 de la Policía Fiscal, ocho de la Policía Federal de Caminos y doce bomberos.

Según la ENSI (Encuestas Nacionales Sobre Inseguridad), Coahuila tiene una tasa de 15 mil 900 delitos por cada 100 mil habitantes, en este año, sólo superada por el Distrito Federal y Sonora.

Gran parte de la inseguridad se debe a la narcoguerra entre los cárteles de Sinaloa y el Golfo, que se disputan territorios de Coahuila, Durango y Sinaloa.

Y en territorio regio

El partido de vuelta también se jugará en una zona conflictiva, que se ha convertido en territorio disputado por los cárteles del Golfo y los Zetas. Monterrey solía ser una ciudad tranquila, urbe a la que acuden estudiantes de clase mundial.

La imagen ya es otra. En los últimos diez meses se han registrado 500 decesos por la violencia, muy por encima de los 59 muertos en 2009.

Los habitantes se han acostumbrado a que sus rutinas diarias se vean interrumpidas por narcobloqueos, a salir en autos austeros y a evitar los bares y clubes nocturnos.

Y la zona del Tecnológico se ha visto perjudicada. Basta recordar la muerte de dos estudiantes el 19 de marzo o los tres sicarios calcinados, a una calle del estadio, tras una persecución y balacera con militares. Ello un día antes de que Monterrey y Pachuca jugaran el partido de vuelta en los cuartos de final.

La banda alemana Tokio Hotel, que hoy se presenta en el Palacio de los Deportes, declinó hace unos días dar función en la Sultana del Norte, precisamente por la violencia que afecta a la ciudad.

La afición regiomontana se queja de que su equipo rayado realice los partidos en horario nocturno, en la liguilla. Les preocupa algún bloqueo por la zona del estadio, máxime que se trata de enfrentar a un rival (Santos) que ha causado problemas entre las porras.

El partido de vuelta culminará a las 20 horas. La zona del estadio Tecnológico será tierra de nadie.

“Nos agreden apenas llegamos…”, habla La Adicción

“Lo mágico del futbol es que te hace olvidar la violencia que hay en Monterrey. Eso nadie lo va a cambiar”. Lo anterior lo dice Alberto Ríos, uno de los diez miembros fundadores de la porra regia La Adicción, conformada por más de ocho mil rayados.

Entrevistado vía telefónica, explica que la sicosis que se vive en la Sultana del Norte hace que “vayas al estadio con mucha cautela. No sé por qué, pero no es lo mismo el partido Monterrey-Santos, que Santos-Monterrey. Aquí se les trata normal, pero allá nos agreden apenas llegamos a Torreón”.

Comenta Alberto que piedras y otros objetos son lanzados hacia los camiones rayados, además de agresiones verbales a quien traiga puesta la camiseta de La Pandilla.

“Nos gritan ‘pinches presumidos’, ‘chilangos light’ y más cosas. Lo curioso es que no hablo de la porra contraria, sino de la gente común de allá. Es un odio ya viejo el que nos tienen y toman el futbol como pretexto para buscar pleito”.

Reconoce que se trata de la cancha más difícil para la afición regia, “aunque sólo pasa eso cuando va el Monterrey. Con los Tigres, no hay agresión”.

Para este duelo de ida en Torreón, la Adicción recibió 350 boletos para hacer el viaje en diez camiones. Eran 500 boletos, pero la directiva se quedó con 150 para sus familias. Vamos a viajar en caravana, pues el peligro es también latente en la carretera”.

De hecho, serán protegidos por autoridades de La Comarca hasta que dejen la ciudad.

En cuanto al partido de vuelta, Alberto Ríos comenta que tratarán de festejar en la Macroplaza, esperando que los jugadores de Víctor Manuel Vucetich hagan lo suyo en la cancha y que esa noche el futbol borre la violencia.

“Está prohibido perder”, La tribu lo resume así

En Torreón existe una frase: “Está prohibido perder con Monterrey”. Lo platica Magda Tovar, mujer de 35 años de edad, casada y una de los dos líderes de la porra La Tribu, que cuenta con unos 500 integrantes provenientes de Torreón, Lerdo y Matamoros.

Magda aclara que La Tribu sólo busca apoyar al Santos. Que es La Adicción regia la que comenzó esto de lanzar piedras a los camiones de las porras. “Lo malo es que esto sigue y cada vez que nos enfrentamos en la cancha, en las calles suelen darse los golpes”.

Explica que La Tribu no comulga con la otra porra lagunera, La Komún, “porque no buscamos pleitos y no nos interesa tener apoyo político. Nosotros solemos reunirnos frente al Museo de Antropología y de ahí comenzar los cánticos rumbo al estadio Corona”.

Son nueve tambores, dos trompetas y un saxofón los instrumentos para armar escándalo en las tribunas. “Hoy queremos armar mitote, pero con los instrumentos y acatando lo que nos indique la policía. Tendremos la protección necesaria, para que la fiesta no termine en otra cosa”.

Reconoce que ya hay un pique entre los fanáticos de estos equipos y que las cosas suelen salirse de su cauce. Esto por asuntos ajenos al futbol, pero que se da en las tribunas.

Respecto a la violencia que impera en Torreón, Magda comenta que “se habla de balaceras, pero a nosotros no nos han tocado. Aunque, más vale no andar de noche por las calles; es mejor prevenir”.

Contrario a lo que dice Magda Tovar, en internet hay espacios abiertos a los aficionados de ambos equipos, donde desgraciadamente ya comenzó una batalla verbal entre integrantes de La AdicciónLa Komún. Se retan y esperan encontrarse afuera del estadio lagunero. Las autoridades ya están advertidas.

 

FUENTE: excelsior.com.mx