La Agencia de Protección de datos expedienta al Ayuntamiento de Barcelona por ‘vulnerar la intimidad’ de dos personas que mantienen relaciones sexuales en la calle cuando un policía les pide la identificación. ¿Abordará Rubalcaba el problema de la prostitución y la trata de mujeres que no resolvió Zapatero?

La Agencia de Protección de Datos (APD) ha expedientado al Ayuntamiento de Barcelona por vulnerar la intimidad. Pero, ¿qué entiende este organismo por vulnerar la intimidad? Pues según la APD, cuando un hombre y una mujer están manteniendo relaciones sexuales en la calle y un guardia urbano que les quiere multar les pide el carné de identidad, esto constituye una violación de la intimidad.  

Esta sanción de la APD se apoya en una razón jurídica:realizar actos sexuales en la calle no está prohibido por la normativa lo cual es una cuestión, en principio, discutible. Este hecho plantea una contradicción para la policía. Además, en este sentido, la exención en la ley da rienda suelta a la posibilidad de ejercer la prostitución de forma libre en la calle, incluyendo el acto.  

Una cosa es que no esté prohibido explícitamente mantener relaciones sexuales en la calle y otra muy diferente es que no haya la legislación suficiente para que determinadas actividades no se puedan hacer en la calle sin necesidad de una citación explícita nominal de cada una de ellas. La omisión en la normativa no es excusa para creer que hacerlo es correcto.  

Un caso similar sucedió también en Barcelona: la normativa no contemplaba la prohibición de que la gente fuera desnuda por la calle, así que diferentes individuos campaban por la capital catalana sin ningún tipo de atuendo. El consistorio se vio finalmente obligado a realizar mención explícita a esa prohibición incluyéndola en la normativa municipal. La paradoja que se da ahora es que no se puede ir desnudo por las calles de Barcelona pero sí se puede fornicar.

Se trata de la vía pública y de un agente público   

En este episodio hay que tener en cuenta de que se está hablando de la vía pública, no del espacio privado. Por lo tanto si en la vía pública un agente de la autoridad considera que concurren una serie de determinadas circunstancias subjetivas que él interpreta como sancionables debe poder pedir la identificación de una persona. Sin embargo, al no poder hacerlo hemos cortado toda posibilidad de intervención preventiva.  

Si la persona sancionada siente que sus derechos son vulnerados o considera que si hay sanción esta vulnera la legalidad, tiene mecanismos para recurrir.  

Este expediente abierto al Ayuntamiento hace una interpretación abusiva de lo que es la intimidad y lo que es más grave se da un paso más en este proceso que cada vez delimita más las capacidades de actuación de la policía.  

El problema de la prostitución y su falta de regulación  

Naturalmente este problema se hubiera evitado si hubiera una legislación específica que prohibiera la prostitución en la calle: la Agencia de Protección de Datos no habría intervenido si hay una causa general que facilita este tipo de interpretaciones.

Es por esta situación de tierra de nadie en la que se encuentra la prostitución que el Parlamento catalán presentará una propuesta normativa para prohibir la prostitución en las carreteras y vías públicas de Cataluña, después de que el pleno le haya dado luz verde con el apoyo de los grupos excepto ICV-EUiA y ERC y SI, que se han abstenido.  

Se trata de una propuesta incluida en una moción sobre seguridad ciudadana en los municipios y defendida por el diputado del PP Pere Calbó y transaccionada por CiU, por la que han acordado “presentar una propuesta normativa que declare expresamente prohibida la ocupación temporal de las zonas de dominio público y de las calles para la prestación de servicios de naturaleza sexual”. Además, la propuesta de prohibición tiene la particularidad de que se referiría tanto a quien ofrece los servicios sexuales como a “la persona que lo solicita o acepta”.  

Aunque la Generalitat esté tratando de tomar cartas en el asunto hay que ir con cautela: aunque una vez más se constata que es necesario prohibir la prostitución en la calle, esto no debe servir para reforzar el negocio de la prostitución en los locales y clubes de alterne. De esa forma se estaría alimentando la parte más potente, más organizada y por lo tanto con más capacidad de corromper del negocio del tráfico de mujeres.  

Hay que observar que cuando la policía autonómica, la Guardia Civil o la Policía Nacional hace una redada contra el tráfico de mujeres, prácticamente todas son en locales de alterne no en la calle -cuando precisamente en la calle es aparentemente más fácil-. La razón es que en estos lugares es done está el núcleo del tráfico de mujeres.  

La carencia estatal: el PSOE de Zapatero sin reaccionar  

Aunque la iniciativa del Parlamento catalán esté tratando de regularizar la actividad de la prostitución para hacer frente a la lacra que representa el árbol no debe tapar el bosque. El problema no debería ser de las Comunidades Autónomas ya que no les corresponde.  

La iniciativa catalana parte de la necesidad de cubrir una carencia estatal. Es evidente que desde hace años hay una enorme laguna que se cubriría desarrollando una ley a nivel estatal. El actual presidente socialista, José Luis Rodríguez Zapatero, que por otro lado ha querido en reiteradas ocasiones hacer gala de su defensa a ultranza de la mujer, ha de poner orden en sus propias reglas entre los que quieren la legalización total y los que quieren la prohibición total.  

La carencia al respecto que ha demostrado el líder socialista clama por la ausencia de iniciativas reales y contundentes que paliaran los enormes problemas que se derivan de la prostitución. Suenan aires de cambio en el PSOE y sería escandaloso que ahora, una vez más, Rubalcaba no adoptara un compromiso firme sobre este tema pensando en un futuro condicionado enormemente por un presente descontrolado y sin legislaciones claras.

FUENTE: www.forumlibertas.com