LA Agencia de Protección de Datos ha dado carpetazo a la indagación sobre la supuesta manipulación de las listas de espera en los hospitales por el socorrido recurso de la prescripción. Si no he entendido mal, en 2008, cuando la Fiscalía abrió la investigación en busca de irregularidades en el Virgen de las Nieves los supuestos casos de "mala praxis" administrativa ya estaban prescritos (los expedientes analizados corresponden a los años 2002 y 2004, y la caducidad de la responsabilidad por prácticas anómalas se produce a los dos años). Es decir, que todas las polémicas suscitadas y las decenas de páginas dedicadas en los periódicos a especular sobre el caso estaban también prescritas.

Sí, todo prescribe. La cuestión es determinar con la suficiente antelación cuándo para ahorrar enojosas pérdidas de tiempo y saliva. Por la vida circulan muchas ideas prescritas buscando comprador, y muchos individuos con la fecha de caducidad cumplida o tratando de insuflar vida a historias superadas.

Un par de ejemplos. Luis Pizarro y Javier Arenas, pese a las evidentes diferencias de perfil político, están convencidos de que el presidente de la Junta de Andalucía es Manuel Chaves. Pizarro se apuntó sin pudor al anacronismo en su afán de aclarar y profundizar en sus diferencias con Griñán y Arenas revive a diario su discurso anti Chaves porque sin él, sin su sombra, no concibe la tarea de la oposición. Y quien dice Arenas dice Antonio Sanz, otro veterano curtido en el antichavismo obsesivo. Es el inconveniente que acompaña siempre a la grandes parejas cuando se rompen o enviudan. De Pompof a Tedy, del Gordo al Flaco y de Marco Antonio a Cleopatra.

Sebastián Pérez tampoco se han enterado de la prescripción de uno de los pocos pactos que ha firmado en su vida política con los socialistas, el Pacto del Saray, un pacto por cierto que ha utilizado menos como ejemplo de concordancia que como amenaza de desestabilización. Tantas veces ha amenazado con abandonar el dichoso pacto que incluso ahora, cuando CajaGranada ha entregado su virginidad y su independencia a un banco, él insiste en recurrir al espíritu de un acuerdo pensado ¡para defender la autonomía de la caja! ¿Sabrá este hombre qué es Mare Nostrum?

El detonante de esa salida anacrónica no podía ser otro que Chaves, sus hijos y demás parentela, a quienes el PP se cuida a diario de dar vida con el ánimo de matarlos con sus propias manos. Una referencia a una supuesta reunión entre el Iván Chaves con alguien de CajaGranada y la sospecha, más ilusoria que real de un pago de comisiones, le ha servido al presidente del PP para descongelar el Pacto del Saray sin respetar la cadena del frío, y de camino asestar la última colleja, antes de que termine la mudanza, a Antonio Claret García, relacionando su nuevo puesto en la delegación del Gobierno en Melilla con las comisiones imaginarias del tal Iván. Ideas prescritas, caballeros caducos.

FUENTE: www.granadahoy.com