15 días para conectar la cámara del San Pío V.

 

Cultura refuerza la seguridad del pabellón Benlliure con un vigilante fijo y Policía mientras se activan los dispositivos
La adjudicación de empresa y los trámites legales retrasan la videovigilancia

Cinco días después de que un grupo de desconocidos asaltaran el Pabellón Benlliure del Museo Pío V y se llevaran consigo 45 obras de arte del almacén, la cámara que debió haber captado aquel momento continúa desconectada. Y así continuará hasta que la Conselleria de Cultura adjudique la contrata que autorizará a una empresa de seguridad para volver a incorporar el aparato a la red de videovigilancia con la que actualmente cuenta el museo.

Desde Cultura explican que en la institución se está tratando de «reforzar las medidas de seguridad» de las que actualmente dispone el museo. Entre estas acciones se encuentra la de volver a conectar la cámara del almacén que estaba apagada en el momento del hurto. La tarea dependerá directamente de una empresa de seguridad a la que Conselleria encargue este trabajo. A partir de la concesión de la contrata, la empresa contará con un «plazo máximo» de 15 días para poner de nuevo en funcionamiento el aparato.

Pero, de momento, la cuenta atrás no podrá iniciarse, al menos, hasta que Conselleria designe a la encargada, algo que previsiblemente sucederá entre hoy y el lunes.

Para poder dar el visto bueno a un gesto que a priori parece simple, entran diversos factores en juego. El más determinante, es el de la elección de la propia empresa a la que se le encomendará la tarea. En caso de que Conselleria se inclinara por la misma que ya lleva la videovigilancia del museo, el proceso se agilizaría, mientras que si optara por otra el proceso sería más costoso. Todo apunta a que Cultura delegará el trabajo en la empresa que habitualmente lleva la seguridad del SanPío V, según indican desde la propia conselleria.

Otra de las trabas que encontrará la administración a la hora de poner en marcha el aparato estaría directamente vinculada a los problemas técnicos o de mantenimiento que pueda sufrir la propia cámara a raíz del tiempo que lleva desconectada, además de las cuestiones relacionadas con temas legales. De complicarse el proceso habría que solicitar incluso algunos permisos a la Agencia de Protección de Datos.

Además de volver a conectar la cámara de seguridad del Pabellón Benlliure al sistema de videovigilancia del museo, la Conselleria también pretende activar nuevamente el sistema de alarma del almacén y continuar con la vigilancia en el lugar del suceso: el personal de seguridad se encargará de guardar la entrada al almacén que da a la zona de Viveros tanto de día como de noche, algo que no sucedió la noche del incidente, cuando el vigilante se encontraba apostado en la zona de parking del museo. La Policía reforzará la vigilancia, como ya hizo el miércoles por la noche.

 

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