Las cámaras que vigilarán el tráfico rodado de vehículos en dos céntricas calles de Ribadesella se colocarán en el mes de marzo, pero no estarán operativas hasta la Semana Santa. Según anunció el concejal de Tráfico, Seguridad y Protección Civil, Pablo García, el nuevo sistema de observación funcionará en período de pruebas quince días antes de su puesta en marcha «para que no coja a nadie por sorpresa», pero a partir de la última semana del mes de marzo se iniciará el control de las matrículas de cada uno de los coches que en horario vespertino accedan a las calles Manuel Fernández Juncos y Gran Vía de Agustín Argüelles. «Queremos instalarlas para evitar el desmadre que hay en ambas calles durante las tardes, sobre todo en la primera, donde nos encontramos con coches aparcados todos los días y de cualquier manera, cuando es una calle exclusivamente peatonal», afirmó García.
Por su parte, la calle Gran Vía mantendrá el servicio matinal de carga y descarga. Con la implantación de estas cámaras, el ayuntamiento se ahorrará los altos costes de mantenimiento que tenían los pivotes eléctricos instalados en el acceso a ambas calles. «Cada vez que se estropeaban tenían un gasto de reparación de 6.000 euros, cantidad inasumible para un ayuntamiento como el nuestro, así que decidimos cambiar de sistema utilizando estas nuevas tecnologías, cámaras que controlarán el acceso a ambas calles», añadió.
Los vecinos que residan o tengan su negocio en cualquiera de estos dos viales seguirán disfrutando de una autorización para acceder a los mismos en los horarios establecidos. Sus vehículos forman parte de un listado de matrículas con salvoconducto que les permite transitar por ambas calles, «pero todos aquellos que no tengan esa autorización serán multados», afirmó el concejal. «A nosotros nos gustaría contar con cincuenta policías locales para tener uno en cada calle, pero como no es posible decidimos utilizar la tecnología que está a nuestro alcance», añadió Pablo García.
Las dos cámaras quedarán ubicadas a la entrada a ambas calles y estarán controladas por la nueva empresa que desde el mes de octubre gestiona el cobro de las multas. Se trata de una firma con sede en Torrelavega que viene a sustituir a la gallega que cumplió con ese servicio a lo largo del último año. «Ésta concluyó su contrato en octubre, lo sacamos de nuevo a licitación, se presentaron dos y al final se lo adjudicamos a una de Cantabria que rebajó bastante el porcentaje a recibir, además de dotar a la policía local con dispositivos móviles con los que tramitar las sanciones de tráfico», explicó el concejal. También anunció que todo el expediente está en el ayuntamiento a disposición de los grupos municipales interesados en consultarlo.
Pablo García reconoció su responsabilidad en la forma en la que se dio a conocer la noticia sobre la instalación de cámaras de vigilancia en dos calles de la villa, aunque anunció que su intención pasa por llevar el asunto a una comisión informativa en el próximo mes de febrero. También negó que las cámaras se vayan a instalar por motivos de seguridad, «ya que Ribadesella es una villa tranquila». Es decir, no hay ningún nuevo informe policial que aconseje su instalación por motivos de seguridad. Estarán dedicadas única y exclusivamente al control del acceso de vehículos, pero nunca con afán recaudatorio. Sólo se busca «eficacia y rapidez» en el servicio. «El que no puede pasar por esas calles es aquel que no tiene autorización, así que si lo hace, es lógico que se le sancione», añadió Pablo García. También confirmó que el equipo de gobierno estudió la posibilidad de instalar otra cámara en el Polígono Industrial de Guadamía por motivos de seguridad, pero se descartó porque requería de una costosa instalación.
Fuente: elcomercio