Por su seguridad, este local dispone de cámaras
Las cargas de los Mossos d'Esquadra eran más blandas cuando había cámaras de por medio

 Cientos de manifestantes avanzan a paso lento. Detrás de ellos, la policía camina a su misma velocidad, mientras va aporreando monótonamente a los rezagados. A sus espaldas, en Balmes, nace una columna de humo negro. En ese preciso momento, un fotógrafo de Efe retrata esa columna desde Montjuïc y fabrica una cita de una foto histórica de BCN, repleta de columnas de humo en 1909. Los manifestantes se detienen y se encaran, sentados, frente a la policía. Se crea una franja entre ambos grupos, de unos cinco metros. De vez en cuando, algún agente se desplaza, atiza a alguien y vuelve a su zona de la franja. Alguien tira petardos a los agentes. Una chica se levanta y pide que paren los petardos. Un cámara se interpone entre ambos grupos.

Los policías tienden entonces a no pegar. Pasan unos minutos de tensión, hasta que la policía sube a una lechera. Parece que se retiran. Pero en ese momento, avanzan a toda castaña sobre los manifestantes. Pasan varias lecheras por el hueco humano que ha creado la primera. Les tiran botellas. Se produce, entonces, la carga y las barricadas con contenedores. La carga no para hasta que llegan más periodistas y más cámaras, hasta que los vecinos de los inmuebles próximos llenan los balcones, con cámaras y con teléfonos móviles, fotografiándolo todo. La policía deja de pegar. Se limita a dar empujones a los estudiantes que aún no han entrado en los jardines de la UB. El grueso de estudiantes se agrupa en la plaza de la Universitat. Marchan hacia la plaza de Espanya a pie. Allí, un par de horas después, se producen más cargas, y TV-3 informa de que un manifestante ha sido detenido por fotografiar policías.

“El espacio político civil es aquel que la gente imagina cada día cuando usa la fotografía: fotógrafos, espectadores y gente fotografiada”. La frase es de Ariella Azoulay, teórica israelí de la fotografía y autora de The civil contract of photography, y explica lo sucedido ayer en Barcelona, una ciudad que dibujó su espacio político, su meditación de la época a través de cientos de miles de fotografías y de cámaras

FUENTE:El País.com (España)