Tras el robo de las consolas de video-juegos se han instalado cámaras de seguridad en el edificio. Una empresa de vigilancia controla los dispositivos. Si se dispara la alarma comprueba si se trata de una intrusión y avisa a la Policía Local. El Casal de Joves ya estaba protegido con una alarma pero el sistema falló y por ello la compañía de seguros no se ha hecho responsable del valor de lo sustraído. Según el Ayuntamiento, alguien dejó intencionadamente una ventana abierta y tras cerrar el local se usó para entrar y perpetrar el robo.

 

FUENTE: www.diariodemallorca.es