Para evitar que los vándalos se ceben con las nuevas infraestructuras construídas para el tranvía, el ayuntamiento ha puesto en marcha medidas de seguridad especiales para proteger estos equipamientos. En el caso de las marquesinas, se han instalado tres cámaras que funcionan en todo momento, para controlar que los delincuentes no las dañen. Además, los propios vehículos también llevan incorporadas cámaras de seguridad que registrarán constantemente tanto el interior de los Urbos 3, como las distintas paradas. Estos dispositivos electrónicos funcionarán tanto para la prevención y disuasión de los infractores a actuar, como para permitir identificar al autor de una posible agresión. Hace unas semanas, la marquesina de Gran Vía ya fue objeto de una agresión, en concreto una pequeña pintada. No se han dado más casos de agresión en otras marquesinas por ahora.

FUENTE: www.elperiodicodearagon.com