La escultura en honor a Ernesto Che Guevara se inauguró en junio del 2008, en una de las carreteras más transitadas del área metropolitana coruñesa.

La pieza, de ocho metros de altura y construida con acero corten y una base de piedra, fue objeto de numerosas críticas durante mucho tiempo, entre otros motivos, porque costó a las arcas municipales más de 100.000 euros.

De hecho, la pieza escultórica fue objeto de actos vandálicos y en más de una ocasión amaneció llena de pintadas.

Estos hechos llevaron al alcalde, Ángel García Seoane, a solicitar a la Delegación del Gobierno la instalación de cámaras de seguridad para vigilar la estatua, una petición que fue rechazada después de que ya se hubiera colocado una cámara en un poste del tendido eléctrico.


FUENTE: www.lavozdegalicia.es