Consumo
La protección de datos no es objeto de reclamación
El mercadeo de la intimidad crece con el uso de las tecnologías

 

La era de las nuevas tecnologías, que lleva consigo el uso de la tarjeta de crédito, el móvil, internet, el correo electrónico, las redes sociales, los ficheros o el GPS han derivado en una nueva forma de control que permite dibujar el perfil íntimo de cada ciudadano. De hecho, es tal la emisión de información que inconscientemente se da que su mercadeo para diferentes fines "preocupa, pero no es objeto de reclamación, quizás porque la mayoría de afectados sea gente joven", explicó ayer el director general de Consumo, Sergio Larraga, que recordó que todos estos datos cuentan con una regulación específica de protección que el ciudadano debe conocer. Pero eso no quita para que lo fundamental siga siendo el control de la propia tecnología y, sobre todo, el autocontrol para dejar de emitir ese tipo de información.

 

 

La última Aula de Consumo organizado por la Dirección General de Consumo versó ayer sobre la protección de datos, que se ha convertido "en una creciente preocupación ciudadana, tal y como atestigua el Instituto Nacional de Estadística". Así lo afirmó en su conferencia sobre La Agencia Española de Protección de Datos Roberto Luis Ferrer, responsable del Área de Derecho de las Nuevas tecnologías de la asesoría Aralegis. Esta agencia es la competente de dicha protección, "pero desde la Dirección General podemos guiar al consumidor y ayudarle en la reclamación", añadió Larraga.

En el aula también participó Salvador Berlanga, doctor en Pedagogía y experto en educación del consumidor, quien se centró en Nuestros datos en la red sobre todo en las redes sociales. Berlanga advirtió a los jóvenes tanto de la información escrita como de las fotos que cuelgan en la red y que pueden ser utilizadas sin su consentimiento.

DERECHO A DECIDIR "La protección de datos es el derecho de todo ciudadano a decidir qué se puede y qué no se puede con su información. Porque todos hemos vivido situaciones extrañas relacionadas, por ejemplo, con una publicidad que nos llega a casa o al correo. O con una llamada telefónica sobre la que nos preguntamos cómo han obtenido nuestra dirección o nuestro número de móvil", explicó el director general de Consumo, Sergio Larraga.

Larraga recomendó a todos la lectura de la Ley de Protección de Datos y recordó el derecho y la garantía legal que acoge a toda la ciudadanía a la hora de dar un "consentimiento inequívoco" de una información que en muchas ocasiones está protegida por la Constitución. "Son los registros de las Administraciones Públicas los que cuentan con los datos de infracciones administrativas".