Burgos. La seguridad privada celebró ayer su día después de haber conseguido la paz laboral tras dos años de desencuentros entre patronal y sindicatos a propósito del convenio colectivo. Un acuerdo que se cerró la semana pasada y que afecta a los cerca de 700 empleados de seguridad privada repartidos por 28 empresas de la provincia. 

El salón de actos de Cajacírculo en la plaza de España acogió ayer el Día de la Seguridad Privada. Un encuentro que sirvió para entregar 39 menciones honoríficas a vigilantes que destacaron por el cumplimiento de sus funciones, de manera especial a los dos guardias de seguridad Óscar Citores y José Ignacio Ruiz que con su intervención en la Fábrica de Moneda y Timbre el pasado mes de febrero consiguieron salvar la vida de una persona.

También se entregaron cinco reconocimientos especiales a Moisés Crespo, de Prosegur; Fermín Benito, de Garda Servicios de Seguridad; Pablo Pérez; Eduardo Tobar, de Systems Niscayah, y Miguel Ángel Delgado, por su trayectoria profesional. Antes de la entrega de  reconocimientos, el comisario responsable de la Unidad Central de Seguridad Ciudad de la Comisaría General, Esteban Gándara, destacó la importancia del sector privado de la seguridad en una provincia como la de Burgos, por lo que saludó la consecución de un acuerdo entre la patronal y los sindicatos. Asimismo, recordó la reciente aprobación de diversas órdenes normativas sobre la regulación de los sistemas de alarmas, de las empresas y del personal de seguridad que servirán consolidar un sector que colabora en más de 60.000 actuaciones anuales con los Cuerpos y Fuerzas de Seguridad del Estado. A pesar de la importancia del sector privado de seguridad, la crisis económica también ha hecho mella en este ámbito, que el pasado año registró por primera vez una caída del 4% en vigilancia y un descenso del 6% en el transporte de fondos, según los datos aportados por Alfonso Tapia, miembro de Aproser (Asociación Profesional de Compañías Privadas de Servicios de Seguridad). Tapia ofreció algunas conclusiones de una encuesta realizada entre 3.700 personas en la región sobre la percepción que tienen de la seguridad privada. Un 70% considera que la labor de los vigilantes influye positivamente en la sociedad y más de un 80% valora su labor como algo necesario. Tapia considera que los cambios normativos que se ha producido son necesarios pero insuficientes y abogó por la necesidad de hacer una reflexión sobre la protección jurídica de los profesionales del sector.

 

FUENTE: www.elcorreodeburgos.com