Cuando llegó la autorización gubernamental se supo que el promotor de una iniciativa para ampliar el polígono, con más de 40.000 metros cuadrados de suelo aprovechable para instalar naves, también estaba interesado en este servicio.
La puesta en marcha de la videovigilancia, cuando llegue el último permiso que se precisa, tendrá que tener en cuenta algunos requisitos que deben respetarse y son de obligado cumplimiento. En su día, la edil de Industria indicó que las cámaras vigilarán durante las 24 horas esencialmente los accesos, entradas y naves. Ello supondrá que no enfocarán directamente a las calles o viales, para no perturbar los derechos de privacidad. Algunas podrían realizar barridos puntuales y movimientos para cubrir más espacios.
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El Ayuntamiento de León exhibe como un éxito contra la delincuencia y los daños al patrimonio la función de las cámaras de videovigilancia que desde hace más de un año recogen la vida que trasciende en espacios públicos del caso antiguo de la ciudad. Son 23 teleobjetivos conectados a un sistema de grabación de imágenes, a lo que se sumarán de forma inmediata otros tres aparatos. Se van a colocar sobre las cabezas de los transeúntes de la zona antigua de la ciudad: dos en la plaza de Santo Martino y una más en la plaza de San Martín. La instalación se llevará a cabo antes del mes de abril, según los planes de la concejalía del ramo de policía y seguridad, que impulsa este tipo de proyectos. Para garantizar la seguridad, según expone el titular de esta área, el socialista José Antonio Díez.
Además de la previsión de instalación en la zona centro, también se estudiará fijar este sistema de ojo público en zonas de los barrios del Crucero y San Mamés, por interés y a petición de las asociaciones de vecinos que ya habrían trasladado esa inquietud al Ayuntamiento de León tal y como ha revelado recientemente el concejal Díez. Lo comerciantes de la zona del Crucero también tienen especial interés de disponer sobre el entorno de sus negocios de una posibilidad de vigilancia continua a través de cámaras como el que disfrutan en las zonas del centro de la ciudad. Por seguridad.
Para abordar la instalación de nuevas cámaras para la zona del centro se ha abierto un proceso de licitación del proyecto, que se resolverá de forma inmediata, y una vez que la comisión de videovigilancia de Castilla y León dio el visto bueno a la solicitud realizada desde el gobierno municipal de León para instalar nuevas cámaras de grabación en estos espacios urbanos.
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Una de las actuaciones más ambiciosas, además de los ruralcentros y la red wifi, del proyecto A Estrada, Ciudad Digital , fue la adquisición de equipamiento para montar un sistema de videovigilancia para el polígono industrial de Toedo, iniciativa en la que se invirtieron más de 20.000 euros.
Tras numerosas gestiones los equipos quedaron instalados en el área industrial, con cámaras que controlarían todos los accesos, entradas y viales. Pero fue preciso solventar dudas sobre la autorización que se podría recibir de la delegación del Gobierno, por cuanto existen normativas y leyes que protegen en derecho a la privacidad, y se precisan motivaciones especiales y autorizaciones para que puedan funcionar estos sistemas.
A Estrada Ciudad Digital cumplió con todos sus compromisos, adquiriendo una docena de cámaras, conectándolas a sus servidores y dejando listo el sistema para funcionar en cualquier momento.
Último permiso
En la actualidad solo se está a la espera de un permiso técnico, relacionado con el funcionamiento de estos sistemas específicos de telecomunicaciones. Es el último requisito, pero también habría que cerrar, con posterioridad, una última gestión sobre la titularidad del sistema y sus responsables. Concello y asociación de empresarios con naves en Toedo entienden que tendrían que ser estos últimos los que figuren como titulares. Las reticencias iniciales se solventaron cuando llegaron los permisos de la delegación del gobierno, a principios del mes de marzo del pasado año.
En principio no habría problemas en un acuerdo al respecto, ya que, además, el Concello y Ciudad Digital se harían cargo del mantenimiento de los equipos, cámaras y sistemas.
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Alcohol, noche, drogas, fiesta, bares, pandillas, excesos, violencia. Todos estos ingredientes conforman un peligroso cóctel que coincide todos los fines de semana y que en demasiadas ocasiones acaba explotando con consecuencias imprevisibles. Sergio Izquierdo, de 18 años, lucha por salvar la vida tras la paliza sufrida el 26 de diciembre en La Flora, pero Iván Herrero, Jonatan Gómez y Aitor del Álamo perdieron esa batalla cuando fueron víctimas de sucesos similares en octubre de 2008, mayo y noviembre de 2009.
Pero, ¿es Burgos una ciudad peligrosa? ¿Lo es, al menos, su noche? El debate se alienta cada vez que la tensión nocturna da un salto cualitativo en forma de hechos especialmente graves. Es entonces cuando las autoridades anuncian medidas de refuerzo, como las que este fin de semana han traído a unidades policiales de Valladolid para reforzar la seguridad nocturna, y cuando los colectivos ciudadanos reclaman soluciones.
La última demostración de esta inquietud, que afecta por igual a los propios jóvenes y a sus familias, se vivió el pasado domingo, hace justo una semana, cuando 6.000 personas se echaron a la calle para pedir la erradicación de la violencia en las zonas de ocio. Algunos pedían la instalación de cámaras de videovigilancia y otros un refuerzo de las medidas policiales. Una y otra parecen ser las únicas medidas viables a corto plazo, y dependiendo del interlocutor existen preferencias para todos los gustos.
«Desde que se instalaron las cámaras en febrero de 2010 se ha notado un descenso importante de delitos y faltas hacia el mobiliario urbano, pero también de otro tipo de agresiones que no tienen por qué ser sobre el patrimonio». Con esta afirmación, fuentes oficiales del Ayuntamiento de León dan argumentos a los defensores de que la instalación de cámaras de videovigilancia en determinadas zonas puede servir para reducir la violencia callejera, tanto en lo que se refiere a actos vandálicos como a las agresiones personales.
La capital leonesa no es la única en la que las autoridades decidieron tomar esta medida, bastante polémica. Cada vez son más las ciudades españolas que graban a los ciudadanos para tratar de garantizar la seguridad. Salamanca, Madrid, Málaga o Barcelona son algunas de ellas.
El PSOE ha denunciado, después del anuncio de que se daba un paso más para la instalación del proyecto de videovigilancia, que en “la noche del martes a miércoles de la semana pasada no había ninguna patrulla de la Policía Local en las calles de Galapagar”. “Mientras durante el desarrollo del pleno nos enteramos de la firma del contrato que permitirá la instalación de 65 cámaras de seguridad por el módico precio de 814.000 euros, los vecinos nos alertan de que no tenemos agentes en la calle”, añaden los socialistas, asegurando que no hay policías que puedan “vigilar las pantallas ni responder ante situaciones de alarma”. “Al despedir al anterior jefe de Policía pensamos que intentaban recuperar la cordura, pero la realidad nos muestra lo contrario”,comenta el edil de la oposición Hans A. Böck, calificando el proyecto del Equipo de Gobierno como “operación Gran Hermano”. En este sentido, los socialistas afirman que habrá una cámara de seguridad por cada 490 vecinos, mientras en otros municipios la ratio es de 850 como por ejemplo en Alcorcón.
Por otra parte, la responsable de Medio Ambiente del PSOE galapagueño, Isabel Álvarez, ha denunciado que una de estas cámaras estaría colocada en el campanario de la iglesia parroquial de Nuestra Señora de la Asunción, lo que a su juicio explicaría la instalación de una malla metálica. “No quieren testigos incómodos en la torre, porque es ahí donde pretenden instalar una de las antenas para implantar el sistema de Gran Hermano galapagueño”, asegura Álvarez. El PSOE ha presentado un escrito en la Dirección General de Patrimonio advirtiendo de lo que califican como un “atropello”.
FUENTE: www.elfarodelguadarrama.com