El Concello de Neda sigue adelante con el proyecto de instalar cámaras de videovigilancia en edificios públicos. Aunque la medida, explica el alcalde del municipio, Ignacio Cabezón, tendrá que esperar por falta de presupuesto para la compra y colocación de los dispositivos. Con estas palabras desmentía ayer el regidor nedense un escrito hecho público ayer por el Movemento polos Dereitos Civís en torno a la denuncia realizada ante ese organismo por los planes del Ayuntamiento de Neda. La asociación critica la medida desde el anuncio municipal de la colocación de las cámaras, si bien su desacuerdo con la actuación cobró especial fuerza tras la solicitud, por parte del ejecutivo local, del permiso pertinente de la Delegación del Gobierno en Galicia.

Acudieron, por lo tanto, al Valedor do Pobo para denunciar la intención del regidor de instalar las cámaras ateniéndose a otros casos similares como el de Ares, en el que primero se colocaron los dispositivos y después recibieron el visto bueno de la autoridad competente. En este caso, Ignacio Cabezón tramitó ya en el 2007 la pertinente solicitud ante el organismo gubernamental, recibiendo la negativa por respuesta. Pero eso no ha frenado a Cabezón, que sigue negociando con el delegado Antón Louro la autorización para llevar a cabo sus planes.

Pues bien, ahora el Valedor do Pobo responde al Movemento polos Dereitos Civís que «temos que dar por concluída a nosa intervención, procedendo ao arquivo da súa queixa, xa que tal como se fai constar por dito Concello de Neda, non se procedeu a instalar as citadas cámaras». El mismo escrito indica que, consultados al respecto, desde el gobierno del municipio le transmitieron al Valedor que «aínda que nun determinado momento tivo a intención de instalar a citada vídeo cámara -en referencia, inicialmente, a la fachada del albergue de peregrinos- iniciando os trámites pertinentes para este fin, desistiu de dita pretensión á vista da resolución denegatoria ditada pola Delegación do Goberno en Galicia no ano 2007».

Nada más alejado a la realidad, según manifestó ayer el alcalde. Ignacio Cabezón sentenció que «no renunciamos» a las cámaras. Aunque temporalmente se ha aparcado el proyecto por falta de presupuesto. Y se refiere al caso del Concello de Ares como ejemplo de la instalación de sistemas de videovigilancia sin autorización. Una situación que fue legalizada con posterioridad.

Ahora, el regidor apuesta por seguir los pasos del municipio vecino. Si bien reconoce que este año carece de presupuesto para ejecutar la instalación.

La justificación que esgrime el Concello de Neda a la hora de plantear las cámaras es el elevado índice de vandalismo que sufre el municipio. Especialmente contra edificios públicos como el albergue de peregrinos, en el que ya aparecieron en varias ocasiones las ventanas rotas, o el centro cívico, en el que también se registraron numerosos destrozos durante los últimos años.

El planteamiento del Ayuntamiento es el de colocar los dispositivos en el albergue, el centro cívico, el palacio consistorial y otros inmuebles municipales, una actuación que había presupuestado en torno a los 30.000 euros.

 

FUENTE: www.lavozdegalicia.es