Atendiendo a dos necesidades puntuales frente a la operación del sistema de transporte público colectivo en Medellín, empresas del sector se encuentran implementando actualmente sistemas de seguridad basados en el uso de cámaras de vigilancia. 

Con ello, tanto usuarios como conductores, cuentan con un acompañante de tipo tecnológico en su recorrido a fin de monitorear conductas que puedan acarrear un carácter sancionatorio o vigilante al interior de los buses. 

Evasión de pasajes 

Una de las mayores problemáticas que enfrentan tanto empresas transportadoras de buses como propietarios de estos vehículos, hace referencia a la evasión en el pago del pasaje por parte de los usuarios y en la cual los conductores contribuyen a esta conducta. Mario Múnera, propietario de bus en la empresa Autobuses El Poblado Laureles S.A., considera que el mayor beneficio que trae la implementación de cámaras de vigilancia tiene que ver con poder disminuir esta situación: “los conductores en un principio no estuvieron de acuerdo, pero el hecho de hacer un control de pasajeros que se suben por la puerta de atrás permite hacer seguimiento a lo que los conductores llaman ‘reajuste de salario’, muy común entre quienes dicen devengar sueldos muy bajos que no les alcanza a suplir todas sus necesidades”. 

Para Jaime Sánchez, asesor de gerencia de Autobuses El Poblado Laureles S.A., la implementación de cámaras de seguridad “es un proyecto que se gestó desde la gerencia de la compañía en una preocupación por atender de manera precisa las quejas de los usuarios y controlar el nivel de evasión de pasajes que se cobran de forma indebida a pasajeros que acceden al vehículo por la puerta de atrás o por encima de la registradora”. 

¿Por qué implementarlas? 

La adquisición de cámaras de vigilancia puestas al servicio de usuarios y conductores de rutas de buses, permite realizar un control preventivo y una gestión de calidad respecto a la prestación del servicio, y así brindar como industria la suficiente tranquilidad para que los ciudadanos tomen su bus sin temor de incidentes. 

Respecto a la necesidad manifiesta de controlar uno de los flagelos que azota las diversas rutas de transporte como el ‘cosquilleo’ o ‘raponeo’, Sánchez asegura que si bien es difícil hacer un control de seguridad al interior de los vehículos para evitar robos menores, es importante que la ciudadanía entienda que el autocuidado debe ser adoptado dentro de sus rutinas diarias. “Uno no puede dar ‘papaya’, en horas pico se aglomera mayor cantidad de personas y es ahí donde se aprovecha para cometer delitos. De todas formas con la cámara, quienes tengan intención de ejecutar una mala conducta, se pueden sentir intimidadas y observadas y ello las puede limitar en sus actuaciones”.

 

FUENTE: www.elmundo.com