LONDRES. El Partido Laborista admitió haberse equivocado cuando ejerció el gobierno entre 1997 y 2010 por no lograr un equilibrio entre la seguridad nacional y las libertades civiles del país. El ex ministro del Interior británico, el laborista Ed Balls, afirmó a la BBC que lidiar con esos problemas "fue muy duro" en momentos en que Gran Bretaña estaba amenazada por atentados terroristas.

Una de esas políticas laboristas, por la cual se elevó a 28 días el límite máximo en que un sospechoso de terrorismo puede ser detenido antes de elevarse cargos en su contra, es revisada por el gobierno de coalición que encabeza el conservador David Cameron.

Balls afirmó que el Laborismo podría apoyar reducir a 14 días ese plazo y admitió que la posibilidad en 2005 de extender el límite a 90 días, como pedía el por entonces premier Tony Blair, "fue una exageración".

La ministra del Interior británica, la conservadora Theresa May, anunció en junio pasado que el gobierno revisará la legislación antiterrorista. La revisión, que quedó a cargo del ex director de la Fiscalía Pública y lord liberal democrático, Ken Macdonald, también evalúa retirar las órdenes de control introducidas en 2005 bajo la ley antiterrorista, por las cuales ciertos sospechosos de terrorismo quedan bajo estricta supervisión, al estilo de un arresto domiciliario.

Balls dijo que aunque el Laborismo se equivocó en muchos aspectos de seguridad cuando fue gobierno, fue sin embargo exitoso en la introducción de la base de datos nacional de DNA para sospechosos de delitos y la implementación de cientos de cámaras de seguridad de circuito cerrado (CCTV) en el país, que según el ex ministro ayudaron a atrapar a miles de delincuentes.

 

FUENTE: www.ansa.it