Destacan la falta de espacio de estos barcos para incorporar seguridad a bordo, algo que hasta el momento "no se habían planteado"

Los palangreros gallegos que faenan en el Océano Índico se muestran "preocupados" ante el secuestro del buque mozambiqueño 'Vega 5', cuyos capitán y contramaestre son dos gallegos originales de Muros (A Coruña) y Pontevedra, respectivamente. Con todo, los marineros que trabajan en la zona esperan que el ataque a un barco de sus características sea "un caso desagradable y puntual".

Así lo manifiestan en declaraciones a Europa Press fuentes de la Organización de Palangreros Guardeses (Orpagu) y responsables de la Cooperativa de Armadores de Pesca do Porto de Vigo (Arvi), cuando se cumplieron ya dos semanas desde que, el pasado 28 de diciembre, se perdió contacto con el barco, con bandera de Mozambique pero que opera una empresa participada por Pescanova.

"Están todos muy pendientes del tema, porque les asusta que le haya pasado a un barco de sus características", destacan fuentes de Orpagu, colectivo de A Guarda que cuenta con tres embarcaciones en aguas mozambiqueñas. "Pero están más al sur que el Vega 5", señalan.

Estas mismas fuentes indican que los pescadores desplazados en el Índico "son conscientes" de que se trata de un océano en el que existe "un riesgo que no hay en otros", a causa de los numerosos ataques de piratas somalíes.

Hasta el momento, eran los atuneros --buques de mayor tamaño-- los principales objetivos de los piratas, motivo que llevó a las empresas pesqueras a incorporar seguridad privada a bordo y hecho que hizo a la Unión Europea desplegar la Operación Atalanta frente a la costa de Somalia.

Aunque el número de secuestros se ha reducido en una cuarta parte en el último año y la cifra de detenciones asciende a los 1.200 piratas, el temor tras las últimas noticias se desplaza hacia los barcos con menor capacidad --en términos de espacio y también de velocidad--, "más vulnerables", en palabras de la Asociación Nacional de Titulados Náutico-Pesqueros (Aetinape).

"Esperamos que el del Vega 5 sea un desagradable caso puntual", recalcan fuentes de la asociación de palangreros, porque, según indican, "hasta este momento, no se habían planteado" el tener que incrementar las medidas de seguridad a bordo.

Al respecto, responsables de Arvi resaltan la dificultad de mejorar dicha prevención frente a posibles ataques, puesto que "los palangreros no tienen espacio" para introducir efectivos a bordo. "La gente está muy preocupada", incide y añade que han delegado la gestión de esta situación en la Secretaría General del Mar, cuya titular, tras el nombramiento de Rosa Aguilar al frente del ministerio, es la gallega Alicia Villauriz.

PREOCUPACIÓN, TAMBIÉN POR PARTE DE LA INDUSTRIA

También el sector de la transformación expresa su "preocupación" ante la situación de un caladero que suministra, en el caso de la Asociación Nacional de Fabricantes de Conservas de Pescados y Mariscos (Anfaco), un 40 por ciento de las capturas de esta industria.

Para este colectivo --tal y como resalta a Europa Press su secretario general, Juan Vieites-- con la seguridad a bordo de los grandes buques --en la actualidad hay unos 15 de origen español trabajando en la zona-- "hay mayor tranquilidad", pero siempre "dentro de una calma tensa".

"Hay que abordar el tema de manera decidida", asevera Vieites, para recomendar "el perfeccionamiento" de Atalanta mediante nuevas medidas como la incorporación a los propios buques pesqueros de efectivos de la misión naval europea contra la piratería y su actuación, a mayores, en "los puntos de salida en tierra".


FUENTE: ww.europapress.es