MELANIE REIRIZ
SANTA CRUZ DE TENERIFE
La inseguridad en el transporte público en Carnaval quedó de manifiesto durante el pasado otoño después de que salieran a la luz las imágenes de los altercados en el tranvía durante las fiestas del pasado año. A ello se suman las denuncias de los representantes de los trabajadores del servicio público de guaguas, quienes se quejan de altercados en estaciones y paradas. 

Ante ello, el gerente de Transportes Interurbanos de Tenerife (Titsa), Juan Carlos Pérez Frías, explicó ayer que este año las fiestas se acercan a zonas "más sensibles" como el intercambiador de transportes de Santa Cruz, lo que implicará que el protocolo de seguridad en el que la compañía está trabajando en este momento "se refuerce sustancialmente", informa Acn Press. Entre las novedades de este año se incluyen las cámaras de seguridad, conectadas a tiempo real con el servicio de explotación, que funcionan las 24 horas del día y que están presentes en los 70 vehículos nuevos de Titsa y, por otro lado, anuncia que se incrementará las seguridad privada en las estaciones, con hasta 18 agentes según el horario de mayor concentración de actos vandálicos.

La mayoría de los problemas relativos a la inseguridad en el Carnaval con respecto a los medios de transporte tienen que ver, según el responsable, con pintadas o rotura del mobiliario, lo que Pérez Frías calificó de "normal" teniendo en cuenta la cantidad de personas que usan este servicio durante las fiestas. Además, insistió en que en los últimos años "no ha habido especiales incidencias, aparte de algunos destrozos en guaguas", que no están, a su juicio, relacionadas con la seguridad de los conductores. 

Por el momento, también están pendientes de una reunión con el concejal de Seguridad Ciudadana del Ayuntamiento capitalino, Hilario Rodríguez, tanto para el tranvía como para las guaguas. Además, como cada año, contarán con la Policía Nacional, que estará permanentemente en el Intercambiador durante las fiestas, al margen de que durante esa campaña se pida apoyo a la Subdelegación del Gobierno y a la Unipol, "en una estrategia conjunta para consensuar los refuerzos".

Sin embargo, lo que no se plantean aún es colocar un guardia de seguridad en cada guagua. "No es la solución, puesto que puede conllevar algún tipo de connotación que Titsa no desea", explicó el gerente, quien añadió que considera "aventurado" plantear un posible aviso de huelga por parte de los conductores ante el temor de sufrir agresiones durante el Carnaval. "Desde la compañía aún no se han planteado las medidas adicionales de seguridad de este año", reiteró el responsable.

 

FUENTE:www.laopinion.es