La flota de buques atuneros vascos que faena en aguas del océano Índico desarrolla su actividad en un ambiente de relativa calma. Durante las últimas cuatro semanas no se ha registrado ningún ataque por parte de piratas somalíes contra embarcaciones de la flota atunera. El último intento de secuestro se produjo en la mañana del pasado 22 de noviembre cuando un grupo de hombres armados atacó al buque bermeano Erroxape. A pesar del espectacular decremento registrado en la estadística de ataques piratas contra unidades de la flota atunera, los barcos que faenan en el Índico no bajan la guardia, conscientes de que la amenaza continúa latente. Según datos de la organización de seguimiento y control de la pesca y la navegación en el este de África, Ecoterra, 39 embarcaciones se hallan secuestradas en distintos puntos de la costa de Somalia con al menos 669 tripulantes retenidos a bordo.

Los ataques se suceden contra buques de transporte de mercancías que navegan por el Índico. Esta misma semana, el mercante de bandera panameña Orna cayó en manos de una banda piratas tras ser atacado cuando navegaba a unas 400 millas al noreste de las Islas Seychelles. "A pesar de que durante las últimas semanas no se han producido ataques contra barcos atuneros, somos conscientes de que los piratas continúan al acecho y no bajamos la guardia" explica desde el Índico, un oficial de puente de un atunero bermeano.


Tras el secuestro del Alakrana y la negativa del Gobierno español a destacar infantes de marina a bordo de los atuneros, las empresas del sector decidieron contratar los servicios de agentes de seguridad privada al objeto de dotar a los pesqueros de capacidad de respuesta ante los intentos de secuestro perpetrados por piratas somalíes. Así, todos los atuneros vascos que faenan en el Índico y sus buques auxiliares disponen de hombres armados a bordo desde noviembre del año 2009. La medida se ha rebelado eficaz por cuanto todos los ataques realizados desde entonces por los piratas han sido repelidos con eficacia por los agentes de seguridad privada. "Los resultados son incuestionables y desde que disponemos de profesionales armados a bordo nos sentimos más seguros. Los piratas son conscientes de que sus posibilidades de éxito son escasas y parece que han optado por centrar sus ataques en buques mercantes sin seguridad a bordo" aseguran desde el Indico.

El océano continúa plagado de buques nodriza piratas dispuestos a desplegar sus esquifes ante la presencia de cualquier presa. Las últimas informaciones apuntan a que el grueso del contingente pirata se concentra en las inmediaciones de la ruta que completan los buques mercantes hacia el Canal de Suez, desde la zona meridional de las islas Maldivas hasta la pequeña ínsula de Socotra, al sur de Yemen, en la entrada al Mar Rojo. No obstante, no existe zona segura en toda la parte oeste del océano y se registran frecuentes avistamientos en una vasta zona comprendida entre la costa oriental de África y las costas de India. Las aguas bajo jurisdicción de Seychelles tampoco se libran de la amenaza pirata y navegar en las aguas que rodean las islas Almirante y Providence se ha convertido en un ejercicio sumamente arriesgado.

En este momento los buques atuneros desarrollan su actividad al este de las Seychelles, en la zona central del océano Índico. El atún es una especie migratoria y los buques pesqueros se desplazan constantemente detrás de los cardúmenes de pescado.

La ausencia de ataques piratas durante las últimas semanas no ha servido para rebajar el nivel de tensión que se vive a bordo de los atuneros. "No estamos tranquilos. Mentiría si dijera lo contrario. Somos conscientes de que en cualquier momento se puede producir un ataque pirata contra cualquiera de nosotros. La presencia de agentes a bordo es muy importante para garantizar la seguridad pero la tensión continúa siendo importante. Además, no hay que olvidar la tensión que genera la propia actividad pesquera, máxime cuando las capturas son escasas" aseguran desde un atunero en el Índico. Además, desde este año, los barcos no pueden pescar dentro de las 200 millas del archipiélago de Chagos -territorio británico en el centro del Índico- circunstancia que limita de manera importante las posibilidades de pesca de atún yellowfin durante esta época del año.

 

FUENTE: www.deia.com