Cumplen funciones tanto de control del tráfico como de seguridad.

Las dependencias de la Policía Local reciben las imágenes grabadas en varios puntos de Irun.

Las situadas en el entorno del barrio de San Miguel están destinadas a mejorar la seguridad en esta zona; las ubicadas en la calle Hondarribia, el paseo Colón y el cruce de la avenida Navarra con la calle Iglesia cumplen funciones de control de tráfico. Son las cámaras instaladas en distintos puntos de la ciudad, y cuyas imágenes se reciben en las dependencias de la Policía Local.
El sistema de videovigilancia resulta «de gran ayuda» para los agentes. «Podemos ver cualquier problema que se esté produciendo en estos puntos, como un atasco de tráfico o un accidente», explican desde la Policía Local. «Es mucho más fácil para nosotros dirigir a los recursos si, al mismo tiempo, podemos ver desde esta sala lo que está ocurriendo».
Control de actos culturales
Además de suponer una ayuda para el control del tráfico, las cámaras «también nos sirven para supervisar iniciativas culturales que se realizan en la ciudad». Por ejemplo, la reciente cabalgata de la víspera de Reyes o, dentro de poco más de un mes, el desfile de Carnaval. «Para este tipo de actos se utiliza el paseo Colón, la plaza del Ensanche, calle Hondarribia... En todo ese recorrido hay cámaras, por lo quienes dirigen el operativo pueden estar viendo varias zonas a la vez desde esta sala», señalan desde la Policía Local. Pero además de las funciones de control vial, las imágenes captadas por algunas de las cámaras «sirven para esclarecer accidentes o delitos».
«Concretamente tres», las instaladas en el entorno de las calles Hondarribia, Zubiaurre y Estación, son cámaras destinadas a mejorar la seguridad ciudadana. Son parecidas a las que se utilizan para el control del tráfico, «pero su finalidad es diferente. Nos centramos en zonas en las que puedan darse conflictos». Lo que se pretende con estas cámaras es, por una parte, lograr un efecto disuasorio, así como «ayudar a perseguir posibles hechos delictivos».
Garantizar la intimidad
Desde que este segundo tipo de cámaras entrase en funcionamiento en 2009, ha habido ciudadanos residentes en este entorno que se han preguntado si «por ejemplo, podemos verles cuando salen al balcón de su casa. Pero no es posible», subrayan los agentes de la Policía Local. Los aparatos están diseñados de tal manera que «no permiten enfocar una vivienda», sino que las fachadas «quedan tapadas» en las imágenes que se reciben en las dependencias policiales. «El sistema sólo permite abarcar las zonas públicas. Eso supone una garantía para el ciudadano: las cámaras nos permiten trabajar policialmente en la vía pública, pero de ninguna manera pueden invadir su intimidad».
Respecto a lo que sucede con las grabaciones, «se conservan durante muy poco tiempo. La Ley permite guardarlas hasta un mes», señalan desde la Policía Local. En la comisaría de Irun, «a los nueve o diez días se pierden las imágenes, ya que el sistema graba las nuevas encima de las antiguas». Esta forma de proceder «otorga una protección a los ciudadanos, ya que las grabaciones no se guardan. Sólo se conserva aquello que es de interés policial o judicial». En el caso de estas imágenes, «se extraen de la grabación general, y se envían en caso de ser requeridas».

FUENTE: www.diariovasco.com