Uso de alarmas de segurida crece,Vicente López cuenta con 200 cuadras.

Vicente López.Los vecinos las colocan para protegerse de los robos. Tienen sirenas y reflectores (Alarmas) que se activan a control remoto. Ahora la Municipalidad empezó a conectarlas al Centro de Monitoreo, para responder más rápido a las emergencias.

Nadie sabe con precisión cuántas hay, pero en las empresas que las instalan afirman que ya las tienen al menos 200 cuadras del Partido y los testimonios de vecinos lo corroboran: crece el número de alarmas comunitarias en todo Vicente López. El sistema comenzó a expandirse con más intensidad en el último año, especialmente en zonas donde hubo crímenes en situación de robo o entraderas violentas. Ya hay aparatos en las nueve localidades del Partido, tanto del Este como del Oeste. En la Comuna comenzaron a conectarlas al Centro de Monitoreo en búsqueda de poder lograr una respuesta más rápida ante una emergencia. "Luego de varios meses de investigación y pruebas se comenzó con las instalaciones de las alarmas vecinales. Al día de hoy tenemos once conectadas. Las mismas están distribuidas por La Lucila, Loma de Roca y Florida", informaron en la Secretaría de Seguridad, desde donde afirmaron que consideran como un hecho "positivo" la expansión de las alarmas. "Suman a la prevención", aseguran.

Para conectar una alarma al Centro de Monitoreo, hay que acercarse hasta la Secretaría, en Acassuso y Bellocq, Olivos, y llenar una solicitud. "La pusimos hace cerca de un año. A varios vecinos les habían entrado en sus casas. A uno incluso lo amenazaron con itacas, no los dejó pasar porque tenía a su bebé durmiendo adentro y le pegaron un culatazo a su mujer", cuenta Alejandra Chiti, que vive en Olivos a pocas cuadras de la casa donde el año pasado mataron a un electricista mientras trabajaba en el frente, en Debenedetti y Fray Justo Sarmiento. "Las cuadras de los alrededores también las pusieron", agrega. Lo que pasa en su localidad se repite de punta a punta en el Partido, tanto en zonas de clase media- alta de Florida Este, Olivos y La Lucila como en zonas de clase media de Villa Martelli o Adelina. Allí, por ejemplo, las alarmas llegaron luego del asesinato de Benito Héctor Sangregorio, en abril del año pasado en la puerta de su casa en Marcos Sastre al 3800. Vecinos de las calles Cajaraville, Marcos Sastre, Virrey Loreto, Santa Fe y Obligado se pusieron de acuerdo y pagaron de sus bolsillos el sistema. Hace dos años atrás, las alarmas comunitarias estaban lejos de ser el sistema de seguridad privado más requerido en el Partido.

En cambio, la gente optaba mayormente por sistemas "individuales", como cámaras de seguridad, alarmas domiciliarias y hasta cercos electrificados. Aparecieron masivamente después de los crímenes en situación de robo del año pasado, como el de Sangregorio en Adelina o el del agente del GEOF Darío Avalos en Villa Martelli. En algunas cuadras la pusieron luego de un hecho de inseguridad y en otras, por prevención o "efecto contagio" al ver que en los alrededores la tenían. "Nosotros las instalamos en 2010 y fuimos pioneros en Florida Este. Hubo algunos hechos de inseguridad, apareció la posibilidad de poner una garita pero había mucha gente en desacuerdo. Entonces nos enteramos de este sistema. No inmediatamente, pero tiempo después comenzaron a ponerlas otros vecinos y ahora se extiende cada vez más, al punto de que tengo diez o doce cuadras a la redonda con aparatos y puedo ir hasta la estación Florida, a cinco cuadras de mi casa, por calles cubiertas con alarmas", cuenta Pablo Quarracino, quien vive en Florida Este y es representante de la Red Vecinal de su barrio. En las empresas explican que el sistema consiste en una serie de aparatos con dos reflectores y una sirena cada uno que se colocan en la cuadra. Recomiendan poner cuatro cada 100 metros. Por cada uno piden$ 2.600. Además, cada familia tiene que comprar los controles remoto: cuestan $ 190 por unidad y sugieren que haya uno por cada adulto. No tiene costo de mantenimiento y tampoco es necesario que todas las casas de la cuadra participen. El vecino puede elegir entre encender la sirena o la luz.

Por lo tanto, de noche la gente usa los reflectores para entrar o salir de su casa. En un principio, las empresas enchufaban los aparatos en casas de algunos de los vecinos que contrataban el servicio. Ahora, la Comuna permite que los conecten en los postes de luz, algo que facilita el proceso de instalación. De esta manera, también se garantizan que las alarmas no dejen de funcionar si hay un corte de energía domiciliario.

Fuente: clarin