Como usted sabe, la noche del jueves para el viernes fue infernal: tembló en Japón y un tsunami como de película arrasó con varias ciudades.

A lo mejor usted no se dio cuenta, porque las imágenes eran demasiado poderosas como para sentarse a reflexionar, pero fue una de las pocas veces, en la historia de la humanidad, en que la gente pudo ver un acontecimiento de semejante magnitud, en vivo.

Antes, cuando decíamos tsunami, casi siempre veíamos las consecuencias o una que otra toma grabada por algún turista que pasaba por ahí o por alguna cámara de seguridad.

Ahora no, ahora lo vivimos al mismo tiempo que las víctimas y era de no creerse la impotencia, la rabia, la fuerza, la desesperación.

Mis respetos para la televisión japonesa que supo mover sus helicópteros, colocar sus cámaras en puntos estratégicos y aprovechar la nitidez de un día cuya claridad contrastaba con el horror de aquellas olas.

¿Quiénes cubrieron esto? NHK (el canal japonés que se puede ver por SKY), CNN Internacional, CNN en Español, BBC World, NTN24, Fox News y Bloomberg.

ForoTV y Milenio Televisión mencionaron la nota, la incluyeron como parte de su menú noticioso y/o hicieron cortes en su programación regular, pero nada como para volverse loco de felicidad.

¿Cuál es la nota? Que una vez más las grandes cadenas nacionales como El Canal de las Estrellas y Azteca 13 brillaron por su ausencia.

A diferencia de cuando interrumpieron su programación regular para hablar del secuestro de Diego Fernández de Cevallos, aquí a nadie se le hizo importante el terremoto en Japón. Pudieron más los infomerciales. ¡Qué pena!

La instalación de 11 mil 592 cámaras deseguridad en vialidades y calles de las 16delegaciones políticas y en las 11 estaciones del Sistema de Transporte Colectivo (STC)Metro, ha permitido reducir la incidencia delictiva de alto impacto social en 9.2 por ciento.

En conferencia de prensa, el director general del Centro de Atención a Emergencias y Protección Ciudadana, Fausto Lugo García, recalcó que con la videovigilancia que se mantiene y la coordinación de diferentes dependencias en los últimos 15 meses, se han tenido resultados favorables en la disminución de delitos de alto impacto social.

 

FUENTE: www.eluniversal.com.mx

“El Gobierno entrega 3.200 millones de pesos, la Gobernación de Caquetá entrega 800 millones, para un total de 4.000 millones para un programa de vigilancia electrónica que va a favorecer los municipios de Florencia, Doncello, Solita, Milán, San Antonio de Getuchá, San Vicente de Caguán, Puerto Rico y Curillo”, anunció el jefe de la cartera política.

Así mismo, reveló que el Ministerio del Interior y de Justicia también entregó 248 millones de pesos, y la Gobernación 62 millones de pesos, para un total de 310 millones, para poner a la disposición de la población caqueteña un CAI móvil que tendrá cámaras perimetrales, una celda y tres motos. 

Finalmente, señaló que la Dirección Nacional de Estupefacientes, pondrá a disposición de la Gobernación de Caquetá, dos lotes de manera provisional para que en cuatro meses se inicie un proyecto de construcción de vivienda de interés social y un segundo proyecto en áreas productivas.

 

FUENTE: www.rcnradio.com

El director general del Centro de Atención a Emergencias y Protección Ciudadana del GDF, Fausto Lugo García, aseguró ayer que gracias a la instalación de 11 mil 592 cámaras de seguridad en vialidades y calles de las 16 delegaciones políticas y en las 11 estaciones del Metro, se ha reducido la incidencia delictiva de alto impacto social en 9.2 por ciento.

Acompañado del gerente de Seguridad Institucional del Sistema de Transporte Colectivo (STC) Metro, Luis Enrique Villatoro Martínez, al presentar el informe de resultados del programa “Ciudad Segura”, Lugo García destacó que 192 de esas cámaras son para el control de tránsito de la seguridad pública, tres mil 312 para las 175 estaciones de las 11 Líneas del Metro, y seis mil 680 en puntos urbanos.

Precisó que aun cuando faltan por instalar mil 408 cámaras, “a 15 meses de haber iniciado la operación del Primer Centro de Comando y Control, el Programa Bicentenario ‘Ciudad Segura’ se consolida y cumple con el compromiso del jefe de gobierno, Marcelo Ebrard, por mejorar e incrementar la capacidad de respuesta coordinada de las dependencias encargadas de la seguridad pública, procuración de justicia y protección civil”.

Explicó que actualmente operan cinco Centros de Comando y Control C2, encargados del manejo del 80 por ciento de cámaras que contempla el proyecto.

Agregó que el Centro de Comando, Control, Comunicaciones, Cómputo, Inteligencia, Integración, Información e Investigación, mejor conocido como C4i4, será la matriz que coordinará los cinco C2 que operan en norte, centro, sur, oriente y poniente de la capital, y tiene un 48  por ciento de avance de construcción, por lo que estimó que se concluya en diciembre próximo.

Precisó que el C4i4 se integrará al servicio telefónico de atención de llamadas de emergencia 066, además de que contará con dos C2 Móviles, a fin de reforzar el monitoreo en eventos especiales, como manifestaciones o concentraciones multitudinarias.

En las instalaciones del Centro de Comando (C2) Centro Histórico, el funcionario aseguró que con la vigilancia las 24 horas de los 365 días del año, “el trabajo con la PGJDF y la SSPDF permitió que del 2010 al 2011 se lograra una disminución de delitos de alto impacto en un 9.2 por ciento”.

 

FUENTE: www.cronica.com.mx

Frente a una desaparición lo que parece invadir el alma es la angustia, la ansiedad, la zozobra, la congoja y un sentimiento que crece en espiral de desesperanza y desesperación.
Esa desaparición inexplicable, inquietante, nos coloca en un estado de desasosiego permanente. Es como si alguien hubiera quebrado toda racionalidad.
Desde septiembre del año pasado, Adriana Morlett desapareció. Era el 6 de septiembre, hace casi cinco meses. Ella dejó de estar, caminó a un no sitio, a un sin lugar, convertida en humo y sin señales de vida. Como si se la hubiera tragado la tierra, llevada por el viento, evaporada y ausente.
No volvió a casa. Tiene 21 años y vivía en la ciudad de México hacía poco menos de un año, con su hermano.
Ese septiembre, luego de ir a recoger un libro a la biblioteca central de la UNAM, se citó con Mauro Alberto Rodríguez Romero, pensaba ir a casa a ver unas películas y tras salir de la biblioteca, filmada por las cámaras de seguridad, simplemente se eclipsó. Se sumergió en este océano de la violencia que parece ser la imagen de México. Lo extraño es que días después el libro que pidió prestado regresó a la biblioteca y nadie sabe cómo.
Estudiante de la Facultad de Arquitectura, Adriana se había citado con amigas y amigos para tener una velada estupenda. La esperaban a las 8 de la noche pero no llegó. Ella fue a la biblioteca a las 7 de la noche, no tardó nada en gestionar el préstamo y ya, en la puerta de salida sonó su celular, era Mauro Alberto, hoy escondido, atrapado por quién sabe qué saberes sobre su amiga.
Por supuesto que las autoridades encargadas y responsables de investigar, de encontrarla, no han explicado nada. La desaparición de Adriana está en la impunidad y sus padres viven con ese desasosiego de la desesperación y la zozobra del no saber, del no entender. Se han dado cuenta del significado de la palabra impunidad que asola a nuestra realidad, esa impunidad que nos cubre y nos hunde todos los días frente a la injusticia y la desgracia.
Hace menos de una semana que la diputada Teresa Incháustegui, de la Comisión Especial de Feminicidios de la Cámara de Diputados, reveló que el Registro Nacional de Personas Extraviadas de la Secretaría de Seguridad Pública Federal (SSP), en la última década documentó la desaparición de 676 mujeres.