Gracias a las cámaras de seguridad de la comuna provincial se detectó un amago de incendio en la Pollería El Colorado por falta de mantenimiento de la chimenea. El incidente se presentó en la esquina de Bolívar con Puente Bolognesi, aproximadamente a las 12:30 horas de ayer.
Este hecho alarmó a los miembros de seguridad ciudadana del municipio, motivando a trasladarse inmediatamente al lugar de los hechos, en la que afortunadamente no se produjeron daños mayores, aunque esta situación según el supervisor de Seguridad Ciudadana, Renato Rojas no es la primera vez.
“Esta pollería presenta la misma situación por segunda vez. El humo que emanaba por la chimenea era intenso, pero cuando nos trasladamos al lugar, los propietarios no permitieron en un primer momento, pero después se optó por el ingreso de tres bomberos para descartar daños humanos”, manifestó.

 

FUENTE: larevista.aqpsoluciones.com

Las cámaras de seguridad de la confitería Pompei, el local que linda con la sucursal Belgrano del Banco Provincia, grabaron el capítulo final del último gran golpe boquetero: el momento en el que dos hombres suben a una camioneta blanca con bolsas de consorcio cargadas con fajos de billetes, costosos relojes y joyas de distintos tipos. Eran las 6.57 de la mañana del lunes 2 de enero. Era el final de un plan delictivo que llevó 161 días.

A dos meses y medio del espectacular robo al Bapro de la avenida Cabildo, la jueza en lo criminal María Gabriela Lanz procesó a seis de los presuntos miembros de la organización que planificaron y ejecutaron el golpe, entre ellos los dos cabecillas: Héctor Esteban Marín, de 53 años, y Roberto Sudamer Pesca Hernández, de 46.

La instrucción, que fue encabezada por el fiscal Martín Niklison, arrojó sobradas pruebas de los roles que cumplieron los presuntos autores, pero todavía no pudo determinar el destino del millonario botín.

Pese a los enormes avances que tuvo la causa en las últimas semanas –el miércoles último se entregó uno de los prófugos–, los investigadores del caso son conscientes de que será prácticamente imposible recuperar la totalidad de lo robado, aunque guardan esperanzas de hallar los más de 610 objetos de valor que desaparecieron de las 156 cajas de seguridad que fueron barreteadas por la banda.

Para ello, y teniendo en cuenta las denuncias de los damnificados, realizaron un inventario del botín que puso al descubierto el contenido de los cofres.

La noche del pasado martes al miércoles, uno o varios desconocidos accedieron al garaje situado en el subterráneo de la plaza de Almirante Romay, en la avenida de Gran Canaria, y destrozaron siete vehículos, entre ellos dos taxis. Se trata de un aparcamiento privado que no cuenta ni con vigilantes ni con cámaras de seguridad, por lo que apenas se conocen datos sobre el suceso. Al aparcamiento se accede bien con el mando, bien por el acceso peatonal. En cualquier caso, los asaltantes debieron aprovechar el paso de algún usuario para acceder al interior. Al parecer, uno de los testigos habría reconocido a un hombre con una mochila.

Uno de los vecinos que tiene alquilada una plaza de garaje en las instalaciones, se dio cuenta de lo sucedido cuando se dirigía a retirar su vehículo el pasado miércoles e inmediatamente avisó a la policía local. «A mí me rompieron una de las ventanillas y solo me llevaron el GPS, pero me revolvieron todos los papeles», señaló J.?L.?L.

FUENTE: www.lavozdegalicia.es

Agentes de la Policía Nacional han detenido al encargado de una tienda de electrodomésticos de San Fernando que apagaba las cámaras de seguridad del comercio en el que trabajaba para robar algunos de los productos, entre ellos, ordenadores portátiles y cámaras de fotos.

Los gerentes del comercio, ubicado en un centro comercial de la localidad gaditana, hartos de que se sucedieran los hurtos sin encontrar signo o evidencia alguna de violencia, presentaron una denuncia para acabar con el problema.

El detenido llegó a robar desde un ordenador portátil, una tarjeta de memoria, una cámara de fotos y televisores de plasma de 40 pulgadas. Para ello, apagaba las cámaras de seguridad del comercio con el fin de que no se le grabara robando, algo que hacía cuando sus compañeros se ausentaban de la tienda.

Después de la denuncia presentada, agentes policiales iniciaron las pesquisas, tras las que identificaron a un hombre de 47 años de edad como autor de los hurtos, siendo precisamente uno de los trabajadores.

En el momento de su arresto, se le intervinieron dos televisores de alta gama de 40 pulgadas y de tecnología 3D, sustraídos en la tienda. Con todos los productos robados, presuntamente habría montado un negocio 'paralelo'.

La oleada de robos con fuerza que se están registrando de un tiempo a esta parte en empresas de la provincia de Ourense empieza a sembrar alarma entre los ciudadanos. Los últimos en ser víctimas del ataque de grupos al parecer organizados, han sido los responsables de tres firmas que llevan a cabo obras en el polígono industrial de Trado, en la localidad de Pontedeva.

Según las denuncias que los particulares han presentado en el cuartel de la Guardia Civil, los asaltos tuvieron lugar el pasado 15 de marzo. Uno o varios individuos que por el momento no han sido identificados, forzaron las entradas de las naves y, ya en el interior, se llevaron diverso material como ordenadores, cable de cobre y maquinaria. Los afectados han hecho una valoración de daños que se sitúa en 9.700 euros.

El episodio no viene a ser sino uno más de los muchos de este tipo que se vienen registrando de un tiempo a esta parte. Sin ir más lejos en la madrugada del pasado lunes una estación de servicio de Barbadás sufría el que es ya el octavo asalto en los últimos años.

En aquella ocasión, y pese a que los ladrones trataron de evitarlo, las cámaras de seguridad pudieron grabar los acontecimientos, o parte de ellos. Se trataba de cuatro individuos totalmente encapuchados y ataviados con guantes, que tras realizar un butrón en la pared posterior de la nave se llevaron un botín de 800 euros. Seguramente, pensaron que allí dentro podría haber más dinero.

Desde el establecimiento, y ante lo imposible de prevenir con medidas propias de seguridad nuevos asaltos -la gasolinera tiene alarmas y cámaras de seguridad- se reclamaba tras lo ocurrido un incremento de la vigilancia por parte de las fuerzas de seguridad, lo que para ellos sería ya la única vía para evitar que situaciones como la que han vivido, que les dejó además importantes daños materiales, vuelvan a repetirse.