2015 representó el año más exitoso para Apple hasta la fecha.

Apple 2015

El titán tecnológico de Cupertino ha ingresado a terrenos enteramente nuevas que no había “pisado” anteriormente. Este año, Apple ha introducido un smartwatch, un servicio de música por suscripción, una caja de TV para streaming de vídeo y un Tablet más grande enfocado al entorno de trabajo.

Para los consumidores, principalmente los seguidores de Apple, toda esta actividad pudo haber resultado algo “vertiginosa”. La selección de nuevos productos y servicios se unió a la actualización anual de la franquicia iPhone, que todavía representa aproximadamente dos tercios de las ventas totales de la compañía con sede en Cupertino, California.

El iPhone 6S y iPhone 6S Plus ayudaron a “empujar” a Apple a su año más exitoso

El lanzamiento de septiembre del iPhone 6S y iPhone 6S Plus ayudó a empujar a Apple a su año más exitoso, así lo afirmó el CEO Tim Cook en una llamada con analistas en octubre.

Asimismo, podría ser llamado el año más complicado de Apple hasta la fecha, con una creciente línea de productos y variantes. La pregunta más grande al inicio de 2015 se enfocó en el Apple Watch. El wearable, inicialmente anunciado a finales de la segunda mitad de 2014, marcó la primera categoría de dispositivo a ser lanzada bajo el manto de Cook, la cual llegó luego de que otras compañías tecnológicas lo habían intentado y fallaron en el intento de hacer que los wearables se convirtieran en la próxima novedad atractiva del mercado.

El Apple Watch llegó al mercado en abril generando mucha expectativa, con el apoyo completo de celebridades y citas en las tiendas para probarlo. Pese a una cuota dominante en el mercado y comentarios positivos de sus ejecutivos, el reloj inteligente aún tiene que demostrar a los consumidores que es un gadget esencial.

Los de Cupertino consideran que el Apple TV puede llegar a ser tan exitoso como el iPhone

Por su parte, los seguidores de Apple habían estado esperando pacientemente a que la compañía exhibiera algo realmente excitante en el departamento de entretenimiento para el hogar desde el “cracked TV” al que Walter Isaacson hace referencia en la biografía de Steve Jobs en 2011......LEER NOTICIA COMPLETA.

Alarmas domésticas anti-robos: ¿funcionan de verdad o solo tienen un efecto placebo?

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El exceso de falsas alarmas y algunos impedimentos legales dificultan la plena eficiencia de estos sistemas.

En 2008, se registraron 377.457 alarmas, de las que el 90% eran falsas, según datos de las propias empresas.

La aplicación de la Ley de Seguridad Privada redujo la cifra de falsas alarmas a 20.600 en 2012, pero a la vez se mermó la capacidad de respuesta ante las alertas reales.

Soy usuario de una empresa de seguridad y hace nueve años instalé un sistema de vigilancia en mi casa, consistente en dos sensores volumétricos y cuatro magnéticos. Cuando el sistema está activado, y en caso de alteración del campo de alguno de los sensores, todos ellos envían una señal a una centralita, que se conecta por redes móviles con la  central de alarmas (CRA) de la empresa de seguridad. El protocolo entonces debería ser que la CRA nos avisara e interviniera mediante vigilantes o llamando a la policía. Al menos, así me lo explicaron cuando me vendieron el sistema.

Funcionan las alarmas domésticas?

Las alarmas funcionan. Es decir, pitan cuanto están activadas y hay alguna alteración en los sensores, ya sean magnéticos, volumétricos, de temperatura o de cualquier otro tipo. Hasta ahí, todo es correcto. Si un caco entra en nuestra casa mientras estamos fuera y viola el campo de uno de los sensores, este  enviará una señal a nuestra centralita, que trasmitirá la señal a la CRA. En la CRA recibirán el salto y nos llamarán a nosotros para confirmar que han detectado un salto de alarma. A partir de este punto  las cosas dejan de funcionar, digamos, de manera ortodoxa.

Lo normal sería que la CRA se pusiera en contacto inmediato con la policía si nosotros le confirmamos que no estamos en casa y nadie conocido puede estar. Sin embargo, al parecer las centralitas domésticas  fallan más que una escopeta de feria y  es usual que den numerosas falsas alarmas sin motivo a diario en un solo barrio, por lo que es fácil imaginar que serán miles en una ciudad grande como Madrid, Barcelona, Valencia, etc. La policía está harta de recibir falsas alarmas y, literalmente, carece de suficientes agentes para cubrirlas todas

De hecho, la antigua  Ley de Seguridad Privada de 1992 ya obligaba a las empresas de seguridad a confirmar por vídeo o mediante un vigilante de zona que la alarma no era falsa, y castigaba con hasta 6.000 euros de multa a las empresas que no procedieran de este modo. Pero incluso así,  en 2008 se registraron 377.457 alarmas, de las que el 90% eran falsas, según datos de las propias empresas. De estas, un 89% fueron derivadas a los cuerpos de policía, que  acabaron expresando su malestar, ya que consideraban que el atender estas alertas estériles les impedía el ejercicio correcto de su labor.

Tras la puesta en práctica de los planes PROCEDA y PRISA, que establecen el actual protocolo de acción de una patrulla de policía ante una alarma, las falsas alarmas comunicadas a este cuerpo se redujeron en un 90%, hasta las 20.600, según  una nota de prensa de la propia policía.

La policía no acude inmediatamente

Además, según el artículo 57 de la  Ley de Seguridad Privada de 2014, "la comunicación de una o más falsas alarmas por negligencia, deficiente funcionamiento o falta de verificación previa" se considera una infracción grave que puede acarrerar multas de 3.001 a 30.000 euros, así como la suspensión de la autorización de ejercicio entre seis meses y un año. Es decir, las empresas de seguridad siguen  obligadas en la versión más actualizada de la ley a comprobar las falsas alarmas antes de establecer contacto con la policía.

Por lo tanto, según la ley,  la policía, en primera instancia, no va. ¿Quién va entonces? Hay agentes de seguridad zonales, los llamados 'acudas', que son los encargados de acudir y verificar que hay ladrones dentro de la casa antes de llamar a la policía. Por otro lado, los actuales sensores volumétricos llevan incorporadas unas cámaras de vídeo que hacen cinco capturas fotográficas en cuanto entra el ladrón en su campo de visión, y las envían a la centralita doméstica.

Pero a  causa de la Ley de Protección de Datos, y de  la propia Ley de Seguridad Privada, estas fotografías no pueden ser enviadas a la CRA hasta que el 'acuda' haya verificado la intrusión en tu hogar. Resumiendo: entran los cacos, suena la alarma, te localizan -a no ser que estés en el cine o lleves el móvil en el bolso-, verificas la intrusión, va el 'acuda' y confirma el hecho y entonces tu centralita envía las fotos a la CRA, operación que puede tardar unos cinco minutos, ya que se envían por 3G/4G. Una vez la CRA verifica las fotos, llaman a la policía.  ¿Cuánto tiempo puede ser esto? Mejor no pensarlo...

Tecnología ineficiente

Si las centralitas no dieran tantas falsas alarmas, tal vez la policía relajaría el protocolo. En algunos foros  se asegura que su calidad técnica deja mucho que desear y que son muy fáciles de anular. El hecho es que  sonar, las alarmas suenan, pero parece que sirve de poco. A veces, ni suenan: el pasado mayo una juez imputó a una empresa de seguridad  por presuntos fallos en sus sistemas durante el robo en un almacén. La jueza admitió la querella a trámite bajo el delito de "estafa" por el pago de un servicio, la seguridad, que no se dió.

El funcionamiento de algunas centralitas, sin embargo, previene las falsas alarmas con un método llamado  heartbeat; se trata de un impulso eléctrico que envían a la CRA cada pocos minutos, de modo que si la secuencia se interrumpe, saben que hay una intrusión. Ahora bien,  la interrupción se puede dar también por un corte en el sistema eléctrico, incluso por las clásicas oscilaciones de este. De todos modos, esto no acorta el protocolo de acción marcado por la ley.

Por otro lado, si los ladrones llevan un inhibidor de frecuencias,  que pueden comprar por internet en determinadas tiendas de seguridad, el sensor queda anulado y no envía ninguna señal a la centralita, con lo que el robo se produce sin molestias. No importa que la alarma sea con conexión 3G/4G, cableada al hilo telefónico o conectada por internet, que por cierto  pueden ser las más vulnerables; un inhibidor de calidad mediocre puede conseguirse por unos 60 euros y  funciona implacablemente a partir de los tres metros de distancia. Al ladrón le basta con estar al otro lado de tu puerta.

Alarmas disuasorias, pero también efecto placebo

Podemos pensar, después de leer esto y como me sucede a mí, que nuestra alarma no protege nuestro hogar. O podemos poner en entredicho lo relatado, aunque la ley es la que es, y creer que los cacos no llevarán inhibidor, que la empresa nos localizará inmediatamente y que el 'acuda' estará casualmente cerca de nuestra casa. Nos queda el beneficio de la duda y el consuelo de que,  como mínimo, no se lo estamos poniendo fácil a los ladrones.

Pero también debemos preguntarnos por qué tenemos realmente un sistema de seguridad doméstica. Una posible respuesta es que, además de ser efectivamente disuasorias, las alarmas tengan un cierto efecto placebo: sabemos que  el ladrón se rige por la ley del mínimo esfuerzo y evitará todos los inconvenientes buscando la casa más vulnerable. Si tenemos un cartel en la puerta que avisa de que tenemos alarma, lo lógico es que eviten nuestro hogar. Es muy posible que sea así, y en todo caso ello nos da tranquilidad.

Por cierto, que el vecino, si no tiene el cartel, experimentará la sensación contraria: él es la casa más vulnerable. ¿Se aprovechan las empresas de este juego de sensaciones? Al fin y al cabo,  donde hay un cartel, hay un vecino que se siente seguro y otro que no y que es posible que pronto contrate el servicio para experimentar esta seguridad no falsa, pero sí hipotética.

¿Por qué cuento todo esto?

Desde el día de su instalación y hasta hace aproximadamente un mes, he confiado en que mi sistema de seguridad doméstica funcionaba exactamente como me habían explicado, y salvo por algunas falsas alarmas relacionadas con interferencias de otro sensor magnético que hay en la puerta de la entrada -y que enciende una luz- no he tenido mayores problemas. Hace un mes, me llamaron del departamento comercial de mi empresa de seguridad para  informarme de que mi sistema no era suficiente para protegerme, debido a que los ladrones habían implementado sofisticados  sistemas inhibidores de las señales que los sensores envían a las centralitas.

La empresa me recomendaba contratar, por un precio adicional,  un detector anti-inhibidores de frecuencias, por si los ladrones usaban uno en mi casa. En tal caso, el anti-inhibidores enviaría una señal a la CRA, que procedería a activar el protocolo de alerta. Acepté porque confiaba en mi empresa de seguridad. Cuando llegó el anti-inhibidores, lo instalé donde me recomendaron y lo activé. Al cabo de pocos días me llamaron a medio día diciéndome que habían detectado un intento de inhibición. Les respondí que era imposible porque yo estaba en casa y era media mañana. Al día siguiente sucedió lo mismo, y  al cabo de dos días me llamaron tres veces. 

El problema parecía estar en que en la zona donde vivo yo, céntrica, pasan con frecuencia coches de policía o de políticos, que usan potentes inhibidores de frecuencias para protegerse contra atentados; mi anti-inhibidores los detectaba. En tal caso,  no me recomendaban dicho dispositivo porque tendrían que estar varias veces todos los días verificando estas falsas alarmas. Yo les dije que no era mi problema, que yo me sentía más seguro si tenía el anti-inhibidores activado y que no me importaba que me llamaran con frecuencia por causa de las falsas alarmas.

Mi empresa me miente

Acordamos finalmente que me enviarían un nuevo anti-inhibidores para descartar que el actual estuviera averiado. Pero fue en vano; desde el primer día de activación, se dispararon las falsas alarmas. Finalmente,  me llamó un agente del departamento de atención al cliente de la empresa para decirme que lo lamentaba pero que no era posible que yo tuviera un anti-inhibidores en la zona donde vivía, ya que les generaba muchos problemas, y que habían decidido desactivar el mío.

Me aseguró que me reintegrarían el coste del anti-inhibidores y volvería a pagar mi tarifa anterior. También me dijo que no hacía falta que devolviera los aparatos -había colocado dos, el antiguo y el nuevo- y que si quería, podía poner la pegatina disuasoria, que me habían enviado junto con los anti-inhibidores, en la puerta de entrada. Acepté porque no me quedaba más remedio, pero protestando que  me quedaba indefenso ante los cacos con inhibidores de frecuencias.

El agente me respondió que no debía preocuparme porque  estos aparatos son muy caros y no se pueden conseguir en cualquier sitio; que pocos ladrones tienen acceso a ellos. También me comentó que estaba grabando la conversación para confirmar mi baja. No logró tranquilizarme y desde ese momento  no me he vuelto a sentir protegido por mi sistema de seguridad.

Para confirmar mis temores, contacté con un comercial a través de la página web de la empresa, donde tienen un servicio de operadores de chat.  Simulé ser un usuario interesado en contratar sus servicios, que había oído hablar de sus sistemas anti-inhibidores y deseaba saber más del tema. Le comenté -para contrastar la información del otro agente- que me habían dicho que los inhibidores eran muy difíciles de conseguir.

Él me respondió que en absoluto,  que se podían comprar fácilmente por menos de 100 euros en ciertas páginas de internet. En otras palabras, estaba desprotegido y mi empresa de seguridad me mentía. A partir de ese momento, comencé una investigación en foros y páginas de quejas para saber si realmente merece la pena tener un sistema de seguridad doméstico. El resultado de mis pesquisas es lo que se puede leer en los párrafos anteriores.

Para terminar, dejo en el aire algunas preguntas:  ¿Es legal que nos hagan pagar por un sistema anti-inhibidores si nosotros contratamos desde el principio un sistema eficiente y completo de seguridad? .......

 

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TTCS y Niceware, partners de MOBOTIX, organizan la III Conferencia de instalación de sistemas de seguridad y marco legislativo en Mallorca.

 

MOBOTIX, el mayor fabricante mundial de sistemas en red de videovigilancia de cámaras megapíxel, participó en la III Conferencia de instalación de sistemas de seguridad y marco legislativo, organizada por sus partners, TTCS y Niceware.
El encuentro se celebró el pasado jueves, 9 de julio en el Restaurante Pequeño Mundo, situado en Carrer Cardenal Rossell de Palma de Mallorca, bajo el lema “la unión del poder de la seguridad y de la ingeniería”.


Estas jornadas se caracterizan por tener un carácter no solo comercial, si no también formativo y divulgativo. Hay siempre un espacio destacado para informar de tendencias, novedades, conocimiento en el manejo de tecnologías ya asentadas, etc. Este año se han centrado en las tecnologías de imagen hemisférica, imagen termográfica y sistemas expertos de análisis de video, intentando desvelar qué se puede esperar de todas estas tecnologías mediante un uso racional y adecuado.

A parte del asesoramiento en normativa de seguridad privada para instalaciones de sistemas de seguridad, ofrecen a los asistentes soluciones prácticas a problemas cotidianos en instalaciones de alarmas y videovigilancia.

Las novedades de MOBOTIX que se han destacado este año han sido la tecnología Moonlight de 6MP con la que se mejora la nitidez de imágenes en condiciones de iluminación prácticamente inexistentes (menores de 0,05 lux para color y 0,01 en blanco/negro). También se presentaron los 3 nuevos modelos de cámaras para interior i25, c25 y p25 a un precio bastante más reducido y sin renunciar a sus funcionalidades.

Y también se enseñó el Mx MC, nuevo software que permite la gestión ilimitada de cámaras en la que se puede controlar la visión y la reproducción de eventos de manera eficaz e intuitiva.

Por otro lado, presentaron la alarma iConnect que dispone de dos vías de comunicación IP/GPRS/GSM y control inmediato de todas sus funciones utilizando la aplicación móvil: armados y desarmados, petición de imágenes a detector con cámara, recibir avisos (en caso alarma) de algún evento mediante llamada, mensaje, email o notificación en el móvil, y mucho más.

Cabe destacar que este año contaron con el Inspector Jefe de la Unidad Provincial de Seguridad Privada en Baleares, Ginés Cruz Pérez Celdrán, como invitado especial, que dio asesoramiento e información de las diferentes normas que rigen las instalaciones de alarmas y cámaras de videovigilancia dependiendo del tipo de cliente o establecimiento en el que se pretendan instalar.

 

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Investigan la venta de una alarma sin homologar a un joyero.

En los últimos días se está hablando en los medios de comunicación de la venta de alarmas sin homologar por parte de una de las grandes compañías del país. La historia saltó a la palestra de la mano de un joyero de Arganda del Rey, que denunció por estafa a Securitas Direct. La historia se resume en que el orfebre contrató una alarma que le vendieron como homologada y con una serie de características que en realidad parece que no tenía. Al final le robaron dos veces.
Al orfebre Juan Garrido le ofrecieron la alarma en cuestión en 2010. Por recomendación de la compañía, adquirió un kit con «módulo de comunicaciones GPRS», es decir, aquel que conecta la alarma con una central receptora que se encarga de monitorizar y gestionar todas las situaciones de emergencia que puedan generarse en un establecimiento.
Sin embargo, en el caso denunciado, este sistema no tiene ninguna utilidad ya que se chequeaba cada 23 horas y por tanto el GPRS carecía de sentido.

Asimismo, la central debería detectar cualquier avería o sabotaje y avisar a la Policía o lo que proceda. Sin embargo, esta funcionalidad tampoco funcionó.

La instalación del sistema de seguridad incluía una videocámara y otros detalles. En 2011 el joyero contrató el servicio y todo transcurrió más o menos con normalidad, hasta que en marzo de 2013 ya le intentaron robar, aunque esa vez no se consumó el robo.

Securitas Direct le recomendó entonces reforzar el servicio (con un coste añadido), y él lo hizo, pero en abril de 2013 le robaron. Securitas Direct intentó negociar con él la sustitución del equipo, que había quedado destrozado, a cambio de que él no denunciara, pero el vaso se colmó en mayo, un mes más tarde, cuando volvieron a robarle. En ninguna de las ocasiones la central recibió señales de la alarma, lo que significa que no estaba conectada permanentemente, como aseguraba la empresa.

La nave del orfebre, de 800 m2, guardaba gran cantidad de objetos de plata muy caros, así que estos robos le supusieron la ruina, y de hecho ha tenido que cambiar de actividad profesional y abandonar un negocio que comenzó su padre. Entonces, presentó una querella por estafa, publicidad engañosa y desobediencia.

El meollo de la cuestión es que esta es la primera vez que ante un caso semejante la denuncia no va por vía civil, sino penal. Habitualmente, las víctimas de robos cuyas alarmas han fallado o no cumplían las medidas preceptivas denuncian por lo civil para recuperar su dinero. Sin embargo, en este caso se ha imputado a la empresa por estafa, además de la publicidad engañosa y desobediencia porque ha habido varios requerimientos de la Guardia Civil y del juzgado para que Securitas envíe el histórico de las comunicaciones entre la alarma y la central en las fechas de los robos y no lo ha hecho, según fuentes cercanas al caso.

En este sentido, el principal problema de la compañía es que vendía la alarma como si estuviera homologada, algo que ya era obligatorio en la fecha en que se la ofrecieron al joyero, pero no lo estaba y de hecho ese modelo no lo empezó a estar hasta al menos octubre de 2013, cuando ya se habían producido los robos a Garrido.

 

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Las soluciones de control de presencia y de acceso biométrico de Syon han permitido que el centro penitenciario Murcia II pueda eliminar la torre de control de sus instalaciones.

Intrusión

El centro penitenciario Murcia II fue inaugurado en Campos del Río en 2011 y se ha posicionado como un referente en lo que a este tipo de instituciones se refiere. Dispone de talleres productivos, polideportivo cubierto, frontón, auditorio y biblioteca.

La tecnología también ha sido un elemento que se ha tenido en cuenta en sus instalaciones que se han utilizado para conseguir que la gestión, el control y la seguridad de las personas sea más ágil y efectiva.

En el entorno de la seguridad, este centro penitenciario tiene instalado un sistema de control de presencia y control de acceso biométrico de la empresa Syon Soluciones & Identificación, que es gestionado por la aplicación Ocean Software. Se trata de una herramienta web, diseñada con una arquitectura modular, que puede ser manejada desde cualquier dispositivo y lugar, y es independiente del sistema operativo y navegador que se utilice.

La solución de control de accesos de Syon permite delimitar las zonas a las que se puede pasar, controlar las entradas y salidas realizadas a pie, localiza a los trabajadores y permite controlar el aforo.

Por su parte, la herramienta de control de presencia integra lectores biométricos basados en la detección de huella dactilar, tecnología con la que se evita la suplantación de identidad, proporcionando información veraz sobre los trabajadores.

Gracias a sus avanzados sistemas de seguridad, el centro penitenciario Murcia II ha podido eliminar de sus instalaciones la torre de control, elemento que es habitual en las prisiones españolas.

 

Fuente: digitalsecuritymagazine