Tres ladrones encapuchados intentaron atracar sin éxito a punta de pistola la joyería Romeu, ubicada en la calle Real de A Coruña. El establecimiento tiene un agente de seguridad privada, lo que frustró el robo, pues con la ayuda de dos empleados logró reducir a uno de los asaltantes hasta que llegó la policía, mientras que los otros dos se escaparon corriendo del lugar. A escasos metros, en Rúa Nueva, una banda se llevó hace cuatro meses relojes por un valor aproximado de 100.000 euros.

A las diez y media de la mañana, poco después de abrir, tres hombres encapuchados y con bufandas para ocultar sus rostros entraron en la joyería. En el interior estaba un agente de seguridad –es la única joyería coruñesa con vigilancia privada– y personal de la tienda. Según informaron en el negocio, el guardia y dos empleados se enfrentaron a los ladrones, que iban armados. Lograron reducir a uno de los encapuchados en el interior de la tienda hasta que llegó la policía. Los otros dos ladrones huyeron. Los atracadores no tuvieron tiempo de llevarse nada de la joyería. La Policía Nacional regresó al negocio al mediodía para buscar pruebas y recabar más datos para la investigación.

 

FUENTE: www.farodevigo.es

La empresa agrícola Hortofrutícolas Olé! ha denunciado ante la Guardia Civil de Abanilla la sustracción de dos toneladas de alcachofa los días 28 y 29 de diciembre en la finca de 20 hectáreas que posee la empresa en el paraje de Los Carrillos del municipio abanillero.

Los golpes se produjeron de madrugada, una furgoneta dejó a los cacos en las inmediaciones de la finca y aprovechando la oscuridad se escondieron entre la propia plantación para burlar a los tres agentes de seguridad privada contratados por la empresa. Poco a poco fueron cortando las matas hasta limpiar tres de las veinte hectáreas que abarca esta plantación, lo que supondrá a la empresa «unas pérdidas de 55.000 euros. Nuestra producción anual en Abanilla es de 9.000 kilos y han robado 2.000».

Entre los documentos encontrados en el registro del  trastero de José Antonio Roca, tal vez impulsado por él mismo como creen algunos letrados del caso para desvelar sus conexiones policiales, se hallaba la famosa nota manuscrita en la que se mencionaba a cuatro comisarios de policía de alto rango nacional. Uno de ellos, Francisco de Paula García Vélez era el comisario de Marbella en 2006. Por aquel entonces y aún ahora, Francisco de Paula regentaba(sus bienes tenían carácter ganancial) por mediación de su esposa un negocio de seguridad privada en la región de Murcia que podría ser incompatible con sus funciones de alta autoridad policial ahora en Murcia.

La empresa seguía funcionando en 2009 puesto que ha presentado las cuentas relativas a ese año en el Registro Mercantil. El negocio está a nombre de su mujer, Pascuala Herráez y de la mujer del inspector jefe de policía de Yecla, Francisca Roca Travel, cónyuge de  José Ros Juárez. A pesar de que la existencia de la "empresa de los comisarios" era bien conocida en la región, los diferentes Comisarios Jefes de Murcia nada hicieron por investigar el tema. Uno de ellos fue Juan Antonio González, el famoso JAG, amigo de Francisco de Paula y participante junto a él en el sumario del caso Malaya. Para rematar la faena, el nombre de la empresa "Grupo Dos Servicios y Mantenimiento SL", llevaba el nombre del grupo profesional policial al que pertenecían ambos policías en aquellos momentos.

El País, en su día, lo resumió los hechos de este modo:  "Los nombres de cuatro mandos policiales apuntados a mano por Juan Antonio Roca" eran "Francisco de Paula", comisario de Marbella; Pepe Marín, nombre que coincidía con el del Comisario Jefe de Seguridad Ciudadana y aparece asimismo el nombre de José Luis Olivera, comisario jefe de la UDEF. ¿Y el cuarto? Pues El País, cuando se refiere a un cuarto policía, sólo puede referirse al que el fiscal, el juez y los policías encargados de la investigación consideraban era policía y filtrador de información relevante a Juan Antonio Roca: Juan Antonio González.

MELANIE REIRIZ
SANTA CRUZ DE TENERIFE
La inseguridad en el transporte público en Carnaval quedó de manifiesto durante el pasado otoño después de que salieran a la luz las imágenes de los altercados en el tranvía durante las fiestas del pasado año. A ello se suman las denuncias de los representantes de los trabajadores del servicio público de guaguas, quienes se quejan de altercados en estaciones y paradas. 

Ante ello, el gerente de Transportes Interurbanos de Tenerife (Titsa), Juan Carlos Pérez Frías, explicó ayer que este año las fiestas se acercan a zonas "más sensibles" como el intercambiador de transportes de Santa Cruz, lo que implicará que el protocolo de seguridad en el que la compañía está trabajando en este momento "se refuerce sustancialmente", informa Acn Press. Entre las novedades de este año se incluyen las cámaras de seguridad, conectadas a tiempo real con el servicio de explotación, que funcionan las 24 horas del día y que están presentes en los 70 vehículos nuevos de Titsa y, por otro lado, anuncia que se incrementará las seguridad privada en las estaciones, con hasta 18 agentes según el horario de mayor concentración de actos vandálicos.

El conflicto por el recorte de gastos en personal de seguridad en la estación de tren de Monforte acabará en los tribunales. Los tres vigilantes que se han quedado sin trabajo estudian denunciar judicialmente su situación, porque oficialmente nadie les ha comunicado que están despendidos. Entre los representantes de los trabajadores cunde además de la indignación porque de esta reducción de horarios de vigilancia aplicada por Adif se han librado otras estaciones de tamaño y volumen de tráfico similar o incluso menor que Monforte.

Este recorte de servicios, una simple reordenación para los responsables de Adif, entró en vigor el día 1. Desde esa jornada, la estación de Monforte ya solo dispone de vigilancia privada durante las noches, cuando hasta entonces el servicio duraba veinticuatro horas. En realidad, este es el segundo tijeretazo de los últimos meses a la plantilla de guardias de seguridad que trabajaban en la estación de Monforte. El primero llegó en mayo, cuando se suprimió la plaza del segundo guardia del turno de noche y la nómina de trabajadores quedó reducida a cuatro personas. Con el ajuste de fin de año desaparecen tres puestos de trabajo más, los que permitían hacer en la estación monfortina turnos de mañana, tarde y noche.

Ourense, Coruña y Ponferrada

Este último recorte afecta a buena parte de las estaciones del área noroeste de la red de ferrocarriles y está generando protestas de los sindicatos. Pero no todos los centros de trabajo los han sufrido en igual medida. Según las fuentes consultadas, mientras que Monforte pierde la vigilancia diurna y tres puestos de trabajo, estaciones como la de mercancías de A Coruña, la de Ponferrada o la de Ourense apenas lo notan. Tanto en A????Coruña como en Ponferrada se mantiene el control en los horarios de tarde y noche, como hasta ahora. En Ourense, perdieron un vigilante en el ajuste de mayo, pero el de fin de año no les afectó.

Además, la decisión de suprimir la vigilancia diurna cogió por sorpresa a los trabajadores afectados. La empresa de seguridad privada que tenía la concesión del servicio les había advertido una semana antes de fin de año que sería preciso suprimir el turno de mañana, pero del de tarde no les dijeron nada hasta el último momento.

FUENTE: www.lavozdegalicia.es